Griesa le puso un freno a los planes de CFK para pagar la deuda en Argentina

El juez de Nueva York dijo que la propuesta “viola las leyes del juzgado” y “no puede ser llevada adelante”. Sin embargo aún no declaró al país en desacato

El juez estadounidense Thomas Griesa fue contundente ayer con el proyecto del gobierno nacional para modificar la sede de pago de los bonistas que quedaron afuera del canje de deuda. "No puede ser llevado adelante" porque "viola las órdenes del juzgado", dijo el magistrado de Nueva York.

Sin embargo, hasta el momento el juez estadounidense no se pronunció sobre un eventual "desacato" y tampoco se refirió al proyecto de ley enviado al Congreso. Aunque, señaló que la Argentina "ha tomado el equivalente a una posición ilegal", al enviar al Congreso un proyecto de ley que cambia voluntariamente el domicilio de pago de los bonistas.

El fondo NML Capital, uno de los principales acreedores de la deuda en default de la Argentina, fue el que le solicitó a Griesa la audiencia "de emergencia" para evaluar "sanciones" contra el país, mientras que el fondo Aurelius había tratado al gobierno argentino de "bandidos".

La convocatoria de Griesa fue 36 horas después de que la Casa Rosada presentara un proyecto de ley para reabrir el canje para los bonistas y habilitar el cambio de jurisdicción para que los pagos de la deuda puedan hacerse en la Argentina.

En el comienzo a la audiencia que citó el magistrado a pedido de los holdouts, los abogados del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, que representan a la Argentina, le aseguraron al juez que "no conocían" de antemano la iniciativa presentada por Cristina Kirchner.

No es la primera vez que los abogados de Cleary manifiestan desconcer los planes de su cliente. Esto mismo lo hicieron en audiencias pasadas cuando Griesa le recriminaba la posición de los funcionarios argentinos. "Son un país soberano y actúan como tal", dijeron los abogados de la Argentina en ese momento.

Al respecto, Griesa señaló que estaba "consternado" de que Argentina no haya hecho consultas legales antes de avanzar en la propuesta , y sostuvo que la movida argentina se mantuvo "fuera de la ley".

En definitiva, lo que ordenó Griesa a la Argentina es no seguir adelante con el plan para pagar su deuda externa a nivel local, como había propuesto Cristina. Pero el magistrado decidió no atender el pedido de los “fondos buitre” que buscan cobrar más de 1.330 millones de dólares de Argentina para declarar al país en desacato. Dijo que es prematuro y que habrá que esperar los próximos pasos. Aunque deslizó que cualquier entidad que ayude a la Argentina a esquivar su sentencia (pagarles a los holdouts) estará también en violación de los dictámenes de la Justicia de Estados Unidos.

Fondos buitres buscan sortear la cláusula RUFO

En un nuevo giro en la fallida negociación por el default de la deuda externa argentina, un grupo de bonistas informó que trabaja en remover la cláusula RUFO, que impide que el emisor ofrezca mejores términos a los acreedores que no participaron en sus canjes de deuda.

Argentina, que cayó en cesación de pagos tras el fallo emitido por el juez norteamericano Thomas Griesa, ha argumentado en reiteradas ocasiones que la cláusula le impide ofrecer mejores condiciones a los acreedores no reestructurados en los canjes de 2005 y 2010.

En ese sentido, el abogado Christopher Clark, socio del bufete Latham & Watkins, expresó que están trabajando en una solicitación de consentimiento para sortear la cláusula y llegar a un nuevo acuerdo por los 5.200 millones de euros que pertenecen a los bonistas que asesoran. La acción permitiría que el Gobierno negocie con los fondos buitre sin temor a recibir demandas multimillonarias en un futuro, pero sólo podrá ser aplicada si una gran mayoría de los bonistas reestructurados declina de su derecho para que el país negocie sin presión con los holdouts.