Guillermo Docena, bioquímico asesor de la Provincia, opinó que debe haber más controles para evitar la entrada de nuevas variantes de Covid-19. Estudian la eficacia de la “Sputnik V” contra estas cepas.
Guillermo Docena es investigador principal del Conicet, egresado de la carrera de Bioquímica de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (1989) y es doctor de esa casa de altos estudios.
También es una de las autoridades que asesoran al gobierno provincial en temas relacionados a la pandemia de Covid-19 y promueven un mayor control fronterizo en cuestiones sanitarias, para evitar un desborde de contagios y el ingreso de nuevas variantes del virus.
Sobre las nuevas mutaciones, el investigador indicó que “hasta ahora en todos lados, e inclusive en Argentina, han habido cepas llamémosle locales o de distribución local, pero estas variantes virales tienen como punto inicial que están en un porcentaje alto de la población, y si se expande a una velocidad elevada, ahí es donde empieza a llamar la atención, que es lo que está pasando ahora con la de Manaos y ya pasó con la de Sudáfrica y la de Inglaterra”.
“Lo primero que hay que ver para definir una nueva variante es que un porcentaje alto de los virus que se analizan correspondan a ella. Y segundo, que eso depende del monitoreo en la población, es ver que cada vez más gente tenga esa variante en tiempos cortos (una semana, por ejemplo). Entonces, recién ahí se puede empezar a pensar que esa variante es algo complicado, como la británica en septiembre, que coincidió con un alto pico en los casos y muchas muertes”, indicó, y agregó que “lo que se ve es que estas variantes tienen una transmisión de dos a tres veces la de los otros virus”.
Docena indicó además que “solo la británica demostró producir casos más severos y muertes. Eso explicaría por qué hay tantas muertes en Inglaterra, que con la de Sudáfrica y la de Manaos eso no se vio”. “La de Manaos, que es la P1, hasta ahora lo único que se sabe es que se transmite el doble y la sospecha es que produzca más muertes, porque allí murió mucha gente, pero eso podría tener que ver con las condiciones sanitarias locales, pocos hospitales, poco oxígeno, y no sabés si los decesos son por falta de oxígeno y la gente se ahoga, o se mueren más porque la variante es peor y produce una patología más severa”, sostuvo en relación a la forma en la que en Brasil se combate la pandemia.
Finalmente, remarcó que “la de Sudáfrica, además de transmitirse más, disminuye la eficacia de las vacunas, eso está estudiado en el mismo país, donde se vacunó con AstraZeneca y Pfizer, y con la primera bajó el porcentaje de eficacia a un 10% y no justifica vacunar. Con Pfizer bajó, pero no tanto”.
Sobre la posibilidad cierta de protección de las actuales vacunas ante las diferentes variantes virales, aseguró que “hasta ahora lo que se pudo demostrar con la variante sudafricana es que Pfizer y Moderna estarían protegiendo de estas variantes y AstraZeneca no. De la Sputnik V no se sabe y nosotros la estamos estudiando ahora”.
Sobre la posibilidad que se maneja desde algunas esferas del Gobierno de promover un bloqueo, el catedrático indicó que “es difícil el cierre de fronteras y legalmente no sé si se puede. Pero hay que restringir el ingreso de gente de países como Brasil. No sé si negar o bloquear, pero por lo menos el que viene de Brasil tiene que quedarse en cuarentena en un hotel y no irse a la casa y andá a saber qué es lo que hace. Y el que se está por ir, que sepa que cuando vuelva va a estar complicado. Entonces, algo tienen que hacer, yo sé que están haciendo algo a nivel de gobierno, no sé bien qué es. Y yo tengo una postura que impulsa el control en las fronteras y no el colador que es ahora”.
Sobre este tipo de medidas, comentó que “si vos querés ir hoy a Londres, primero que no podés. Pero suponiendo que lo justifiques y puedas, te obligan a pagar 1.600 libras para ir a un hotel a quedarte confinado. Esa es una traba para que no vayas, y acá, para mí, hay que hacer lo mismo”.