La carne: un problema sin solución

La mal llamada década ganada dejará un país en emergencia ganadera, con producción a la baja y con una crisis pocas veces vista en su historia. La incapacidad oficial para dar respuesta a los pedidos de los productores. Fuertes subas en el precio de la carne

La debacle económica que sufren las economías regionales se notan en diferentes sectores de la producción, siendo uno de los más perjudicados la industria de la carne, con números a la baja y con un futuro complicado al corto y mediano plazo.

El sector atraviesa  una de las peores crisis de la historia, con un mercado regulado e intervenido y con las exportaciones cerradas, lo que llevó a que se cierren 163 frigoríficos y 21.000 trabajadores quedaran en la calle, además de las restricciones a las exportaciones que significaron que se haya dejado de exportar por dos mil millones de dólares. Esto ha hecho que el precio de la carne suba a precios grandilocuentes, sufriendo en los últimos 15 días un aumento del 20% promedio en las góndolas.

Una de las causas centrales para la hecatombe, ha sido la mala política del gobierno hacia el campo. “El kirchnerismo tiene una ignorancia muy grande. El que paga las consecuencias de este desbarajuste es el argentino medio, que paga la carne igual que el habitante de Estados Unidos, pero al productor acá le pagan el 50% menos de lo que le pagan allá”, señala a Hoy el productor ganadero Néstor Roulet.

Para el ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), “en el 2007 exportábamos 600.000 toneladas de carne, hoy exportamos menos de 200.000, y apenas producimos para el consumo interno. Al gobierno nunca le importó la situación del productor, y a causa de eso llegamos a los niveles dramáticos que tenemos hoy”.

Las retenciones que existen a la producción, así como las restricciones impuestas por el gobierno para no dejar exportar con el tema de los ROE (Permisos de exportaciones), hacen que el país esté en una posición cada vez más difícil.

El titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires (SICGBA), Silvio Etcheún, destacó a Hoy que “el culpable de que la situación de la industria cárnica esté como esté, es del gobierno nacional. 

“La realidad es que Guillermo Moreno y Augusto Costa pensaron que cerrando las exportaciones iba a bajar el precio de la carne, y pasó todo lo contrario, ya que hoy sale más barato comprar un kilo de lomo en Europa que hacerlo en el mercado local. Esto muestra la incapacidad de la dirigencia en el tema”, sentenció Etcheún.

Parece imposible faenar 14 millones de cabezas como alguna vez se hizo, ahora se llega a 11 millones, sumándole que ya no se faena un animal de 300 kilos como hace 20 años, sino que una media res ahora pesa entre 200 y 210 kilos, significando cientos de miles de toneladas menos de carne al año.

Esta situación llevó a que la Argentina pierda el lugar de privilegio que supo tener en el mercado mundial, lo que hizo que naciones como Paraguay, con menos extensión y menor cantidad de cabezas de ganado, lo hayan superado. Situación crítica que el gobierno no ha advertido, empecinándose en proseguir con una política hacia el sector que ha fracaso y llevado a las economías regionales a un derrumbe pocas veces visto en la historia nacional.

Tamberos en alerta por pronunciado estancamiento

El sector lechero está atravesando una crisis que por ejemplo en la zona de Castellanos, Santa Fe, los tambos ya no son un negocio rentable, por lo cual ya cerraron 400 establecimientos en la región.

Rafaela es cabecera del departamento de Castellanos, el más importante en materia lechera. De acuerdo a información de las sociedades rurales de Rafaela y Sunchales, en 2013 tenía 1732 establecimientos, y ahora, 1331.

El presidente de la Unión General de Tamberos, Emiliano Amondarain, en diálogo con Hoy explicó que “el sector tambero atraviesa una crisis muy importante. Desde el plano internacional la tonelada de leche en polvo bajó de 5000 a 1800 dólares en pocos meses. Y por otro lado el mercado interno está estancado. Las ventas están quietas, y si a esto le sumamos la inflación, el cóctel que impacta a los tamberos es muy severo”.

“Los momentos de bonanzas no se supieron aprovechar porque el gobierno puso trabas a la exportación y esas divisas no pudieron ingresar. Y si nos comparamos con países vecinos, en los últimos 15 años Argentina está estancada y ellos crecieron al menos un 35 %. Acá estamos con los mismos valores que los de fines de los ‘90”, señaló Amondarain.

“En esta última década han cerrado tambos chicos por no tener rentabilidad, y la pena es que nuestra región es una de las pocas del mundo que cuenta con todos los recursos, naturales y técnicos, para crecer”.

Producción a la baja

La Argentina kirchnerista sufre la paradoja de que un país que supo ser el granero del mundo, tenga hoy graves problemas en la producción de trigo, en un drama del interior profundo que puede repercutir en un aumento invariable en el precio del pan.

En la temporada 2015/2016 se ha bajado casi el 30% la superficie sembrada, así como también la venta de insumos ha caído un 40%, siendo la situación muy crítica sobre todo en la zona sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

“La labor del gobierno hacia el sector rural y el triguero en particular, es pésima. Creo sinceramente que si el oficialismo hubiera tenido un plan para destruir la producción triguera, no lo hubiera hecho tan bien como lo están haciendo con su accionar”, apuntó a Hoy el Vicepresidente de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), Pedro Apaolaza.

Para el dirigente rural, “puede pasar que el precio del pan aumente, sino hay que fijarse en lo que está pasando con la leche, donde le están bajando a los productores el precio de la leche cruda y el precio del producto final en las góndolas aumenta cada día más, así que lo mismo puede pasar con el pan”.

Apaolaza destacó además que “lo que deja este gobierno en materia de economías regionales y de trigo, es un país desolado, con muchas complicaciones y el que venga con la responsabilidad de conducir el país de acá en adelante, va a tener una sorpresa muy negativa”.

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