Economías regionales al rojo vivo
El gobierno se reunió con un sector minoritario de productores rurales. Y no anunció nada nuevo. Denuncian que se perdieron 150 mil empleos en el campo y sus referentes están en pie de guerra. Mañana habra paro nacional
La crisis que atraviesan las economías regionales a lo largo y ancho del país, está superando todos los límites y pone al gobierno K contra las cuerdas. No es para menos: la progresiva desaparición de productores agrícolas, frutihorticolas y ganaderos es una consecuencia directa de la fracasada política económica del kirchnerismo, teniendo a la presidenta Cristina Fernández y al ministro Axel Kicillof como las caras visibles de la debacle. Se calcula que la crisis ha ocasionado, en el último tiempo, la pérdida de alrededor de 150 mil empleos en el campo (ver aparte).
Está todo listo para que mañana se realice un paro nacional del sector agropecuario bajo la consigna “no maten al campo”. Se prevé una gran jornada de movilizaciones, asambleas y entrega de volantes, entre otras acciones con participación de productores y ciudadanos de todo el país.
Ayer, en un manotazo de ahogado, Kicillof se reunió en su despacho con un sector minoritario del campo que forman parte de la Federación Agraria y se encuentran distanciados del ex presidente de esa entidad, Eduardo Buzzi, que fue uno de los principales protagonistas de la Mesa de Enlace –integrada también por Confederaciones Rurales Argentina, la Sociedad Rural y los cooperativista de Coninagro- que le propinó una dura derrota al gobierno cuando se logró el rechazo a la resolución 125. El único resultado que arrojó el cónclave fue que el gobierno anunció la apertura de un cupo exportable de 4 millones de toneladas para el maíz de la campaña 2014-2015 y una extensión del programa de otorgamiento de compensaciones económicas para pequeños productores de maíz, trigo, girasol que llega hasta las 1600 toneladas en cada uno de los casos, y de 1000 para los de soja. También seguirán otorgando un subsidio de 30 centavos por litro de leche sobre el precio de mercado. Es decir, no se anunció nada nuevo, sino tan sólo mantener vigente algunos programas cuyo impacto es prácticamente nulo. Por eso las medidas fueron calificadas, por distintos referentes de la actividad agropecuaria, como “la nada misma”. Es más, sostuvieron que resultan contraproducentes al retrasar la puesta en marcha de las soluciones de fondo que se requieren para las economías regionales puedan salir de la situación de quebranto.
Hay números que hablan por sí solos sobre la profundidad. La enorme mayoría de los productores tienen que hacer frente a costos dolarizados (insumos, tecnología, etc) para hacer frente a su actividad y está cobrando mucho en pesos por su productos. De este vendaval no se salva casi nada, ni siquiera la soja. En mayo de 2014 el “yuyo” valía 2.560 pesos y ahora se paga apenas por arriba de los 2.100 pesos (-21%). En la misma comparación, los demás granos tampoco salen bien parados. En trigo los precios en pesos cayeron 13%, en maíz, 31%, girasol 21,5%, en sorgo 5% y en arroz 16%. En los tambos, los precios de la leche subieron entre ambos años apenas 3%, una décima parte de la inflación.
Lo números negativos, a su vez, se trasladan a casi todas las economías regionales. A saber: entre 2014 y 2015, el precio promedio del vino bajó 2,3%, el de una buena uva Malbec 6,6%, el de los duraznos para conserva 58%, el de la aceituna 43,7% y el del tomate para industria 19%. El valor del ajo ganó 3,8% y el aceite de oliva un 22%. Pero siempre muy por debajo de los costos.
Entre distintos factores que contribuyen a la crisis figura el atraso del tipo de cambio: se calcula que es del 30% y conlleva una aguda pérdida de competitividad En definitiva, suele decirse que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Esto cabe a la perfección para describir la actitud del gobierno nacional.
Contundente rechazo a las medidas K
“Para salir de esta crisis venimos pidiendo una política diferente, no la del subsidio que se ha anunciado hoy (por ayer). Tampoco la política de cupos, que también se ha anunciado hoy (por ayer), sino una que favorezca a la producción, sacando retenciones, aumentando reintegros, devolviendo el IVA en tiempo y forma, favoreciendo las vías de comunicación a través de los fletes, todas medidas que no pedimos asistencia por parte del Estado, sino que nos libere de las pesadas cargas tributarias, que nos impiden producir y ser rentables”.
El contundente análisis fue realizado por Carlos Iannizzotto, vicepresidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria ante una consulta de Hoy. “En la actualidad el drama es que las economías regionales no son rentables y esto perjudica al productor, al empleo y al consumidor”, agregó.
Iannizzotto remarcó: “En el sector industrial vitivinícola en los últimos cinco años se perdieron 15 mil puestos de trabajo, y si sumamos a todas las economías regionales el impacto en este mismo periodo llega a unas 150 mil personas que perdieron el empleo. Millones de kilos de peras y manzanas se pudrieron en las plantas por este problema estructural, por lo que se perdieron recursos irreparables y mano de obra”.
“Llevamos 3 años analizando y sacando números para plantear soluciones. Los subsidios denigran al productor. Saneando retenciones y reintegros, como así también regulando el precio de los fletes, el sector volverá a competir a nivel mundial”, concluyó Iannizzotto.