La inmoralidad del Poder Judicial

La vergüenza de la promiscuidad de la Justicia quedó demostrado por el ex juez Norberto Oyarbide al decir que fue amenazado y así cambiar su sentido de la lógica para impartir justicia. Cuando los jueces, como decía el paisano “determinan la vida y la hacienda”,  estamos jorobados.

A su vez, lo que se demuestra con la novela de los cuadernos de la corrupción es que varios fiscales y jueces, actúan y son muy parecidos a Oyarbide. Osea, que se prenden en este tipo de operaciones para defender intereses económicos y del poder, en este caso, de turno.

Ante esto, tal vez la única forma de que haya una justicia independiente, es que el propio pueblo lo reclame y lo manifieste a través de sus voces, o lo manifieste, como ha ocurrido anteriormente, con marchas y cacerolazos.

Por otro lado, lo ocurrido con los cuadernos, que como ya dijimos no lo escribió un simple chofer sino que fue orquestado por los servicios de inteligencia, pondrá en alerta en los distintos funcionaros judiciales, porque en un futuro podrían ser ellos quienes reciban un vuelto como lo fue éste caso.