La Morsa más complicada: lo investigará la Justicia Federal

El juez provincial de Mercedes declinó de investigar el triple crimen de General Rodríguez. Consideró que fue cometido en el marco del tráfico ilegal de efedrina y pasó la causa al fuero federal. Dicen que esta decisión colaborará para que se entregue Ibar Pérez Corradi. Una maraña K próxima a develarse

La investigación por el denominado "triple crimen de General Rodríguez" pasó ayer a la Justicia Federal porteña por "conexidad", pues el juez de Garantías de Mercedes, Facundo Oliva, entendió que los asesinatos perpetrados en 2008 están relacionados con el tráfico ilegal de efedrina. Con esta decisión, Aníbal “La Morsa” Fernández, quien ayer se mostró con un look nuevo (barbudo), estaría más complicado por su presunta acción para facilitar la comercialización de drogas durante su gestión en puestos claves del gobierno K.

La declinatoria de competencia implica, en los hechos, que el juez de Mercedes le enviará el expediente a la jueza federal María Servini de Cubría, quien tiene a su cargo el caso por la venta ilegal de la efedrina, principalmente a México. Y según trascendió, el pase de las investigaciones a la Justicia federal sería una de las pretensiones del prófugo Ibar Pérez Corradi, señalado como cabeza de una banda criminal, para entregarse en los tribunales.

En rigor, el juez Oliva hizo lugar a un planteo del fiscal Juan Ignacio Bidone, quien después de la triple fuga de los hermanos Martín y Christian Lanatta y de Víctor Schillaci (condenados a perpetua por el triple crimen) de la cárcel de General Alvear y su recaptura, más la reaparición mediática del empresario Pérez Corradi, prófugo en el marco del mismo expediente, entendió que existía una línea que unía ambas causas.

De hecho, la causa ya tenía un pie puesto en el fuero federal porteño, pues la fuga de los Lanatta y de Schillaci tiene un expediente abierto en el juzgado federal a cargo de Sergio Torres, quien investiga las supuestas conexiones de los prófugos con organizaciones criminales que pudieron haber ayudado y sostenido la huida de los reos de la cárcel de General Alvear.

¿Una pretensión del prófugo más buscado?

El cambio de fuero -del provincial al federal- sería, según fuentes judiciales, una de las "garantías" pretendidas por Pérez Corradi para entregarse a la Justicia, después de más de 40 meses prófugo.

El fiscal Bidone sostuvo ahora, seis años después del triple crimen de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón -tres jóvenes vinculados con los negocios farmacéuticos-, que la matriz de esos homicidios está relacionada con el tráfico de efedrina. Y como se recordará, la legisladora Elisa Carrió denunció que el exfuncionarios kirchnerista Aníbal “La Morsa” Fernández sería el autor intelectual de esa masacre.

Esa hipótesis siempre sobrevoló la investigación e incluso estuvo presente en el juicio oral en que los hermanos Lanatta y los hermanos Schillaci terminaron condenados a perpetua. Sin embargo, ese juicio se realizó ante un tribunal provincial y no ante uno federal. La jueza Servini de Cubría investiga el tráfico ilegal de efedrina pero hasta ahora no tenía vinculación judicial con el triple crimen.

Los vínculos que conducen a Aníbal

La denuncia de la legisladora Elisa Carrió contra Aníbal “La Morsa” Fernández tiene como fundamento las declaraciones del detenido Martín Lanatta al programa Periodismo Para Todos, que conducía por Canal 13 el periodista Jorge Lanata, identificando a Aníbal Fernández como "La Morsa", el oculto personaje detrás de esos homicidios.

Carrió, acompañada por su colega Fernando Sánchez y la Parlamentaria del Mercosur Mariana Zuvic, requiere una pesquisa sobre "la posible autoría intelectual de la comisión del triple homicidio de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, con las agravantes que correspondieran al caso, contemplados en el artículo 80 incisos 6° y 7° del Código Penal, y/o de otros ilícitos penales cuya comisión quedara probada mediante la respectiva investigación". Hay "un entramado mafioso" y "se entrecruzan la importación, lícitamente o mediante su contrabando, de ingentes cantidades de efedrina para la confección de estupefacientes, sea en el país o para su exportación con destino final en cárteles de narcotráfico mexicano".

También denunciaron "el tráfico de influencias para lograr impunidad" y "para gestionar permisos de portación de armas, y la venta ilegal de armas producto de un plan de desarme". Para los legisladores hay "una asociación ilícita, que a fin de eliminar la competencia de la venta de efedrina con destino al narcotráfico, asesinó a  Forza, Ferrón y Bina (...)".