La Provincia perdió $ 182.000 millones en la coparticipación

En las últimos veinte años, la provincia de Buenos Aires perdió $132.000 millones por no discutir el tope fijado en 1996 sobre el Fondo del Conurbano. Por otra hendija, desde 2006 hasta 2015, Buenos Aires resignó $ 50.000 millones por el 15% de la coparticipación que se destina a la Anses y que otros distritos -Córdoba, Santa Fe y San Luis- reclamaron y recuperaron. Si se consideraran intereses y devaluaciones, ambos montos se dispararían.

Por distintas vías, la oposición bonaerense intenta instalar ese reclamo hacia atrás. La semana pasada, el diputado Marcelo Díaz (GEN) presentó un proyecto de ley para ordenar al fiscal de Estado provincial que busque la anulación ante la Corte Suprema de las leyes que fijaron el tope de $ 650 millones sobre el Fondo del Conurbano.

El Fondo del Conurbano fue creado en 1992 para compensar los puntos de la coparticipación que Buenos Aires perdió desde los años 80. Se le asignó el 10% de la recaudación de Ganancias. Pero en 1996 se fijó un tope de $ 650 millones para Buenos Aires y el resto se destinó a las demás provincias. Inflación y devaluaciones mediante, el fondo creció exponencialmente, pero Buenos Aires siguió cobrando la misma suma. Hoy, sólo Tierra del Fuego recibe menos recursos por el Fondo del Conurbano.
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Si no hubiera existido el tope, desde 1996 a 2015, Buenos Aires hubiera recibido $ 132.888 millones más (que los $ 13.000 millones que efectivamente cobró). El número fue expuesto por el diputado macrista Marcelo Daletto en el proyecto de ley que presentó este año para que Vidal reclame el cobro íntegro del Fondo del Conurbano.

El proyecto del GEN no apunta a esos $ 132.000 millones, sino que pone el foco en otro dato: en 1996, cuando se puso el tope al fondo, el gobernador Eduardo Duhalde envió como negociador a su subsecretario de Economía, Jorge Sarghini (hoy preside la Cámara de Diputados). Sarghini se aseguró que la ley 24.621 dijera que los $ 650 millones eran "pesos convertibles".

"La ley y todas las negociaciones que siguieron se basaron en esos pesos «convertibles», una moneda que no existe más. Hay que voltear el tope judicialmente, sea para recuperar a valor dólar esos $ 650 millones o para derribar el fondo. Si plantamos el reclamo ante la Corte, puede demorar años, pero a la larga recuperaríamos una «torta» impresionante que, cómo mínimo, nos serviría como precedente para negociar", sostiene Díaz.