Las causas de corrupción que ponen contra las cuerdas a Echegaray

Las denuncias judiciales por una gran cantidad de hechos ilícitos cometidos en la función pública, asolan al ex titular de la AFIP. Los casos más representativos de la inmoralidad de un funcionario putrefacto

La llegada de Ricardo Echegaray a la Auditoría General de la Nación (AGN), representa un serio retroceso para la institucionalidad en la Argentina, ya que se trata de un funcionario que ha sido múltiplemente denunciado por graves hechos de corrupción acaecidos durante la era K, y que llega al organismo de contralor con la evidente misión de no revisar los hechos ocurridos durante la última parte del gobierno de Cristina Kirchner.

Su paso por la función pública, primero como director de la Aduana, luego como titular de la Oncca (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario) y después al mando de la AFIP, estuvo teñido por los actos de corrupción más espectaculares de la era kirchnerista.

Las pruebas del delito

Además de ser denunciado por supuesto enriquecimiento ilícito, Echegaray estuvo mezclado en el escándalo por los subsidios a los feed lots a productores amigos cuando estuvo al frente de la Oncca, donde además fue inculpado en la Justicia por el presumible cobro de coimas y por el desvío de dinero público.

Otro de los casos fue el apriete a opositores hecho con los secretos fiscales, tal como le ocurrió a Elisa Carrió durante la campaña electoral de 2013, donde con datos que salieron de la AFIP, se montó una operación mediática basada en la falsa noticia de la compra de un lote por parte de la chaqueña en un country de Capilla del Señor para desvirtuar su imagen ante la sociedad.

Se encuentra también la denuncia por haberle brindado secretos fiscales al periodista Horacio Verbitsky para la realización de sus informes en Página/12, y también fue denunciado por presunto incumplimiento de sus deberes de funcionario público y por abuso de autoridad.

A todo esto le siguió la denuncia presentad por la directora del diario Hoy, la señora Myriam Renée Chávez de Balcedo, en la que se evidencian los vínculos entre Echegaray y varios de sus funcionarios más cercanos, con delitos relacionados con el lavado de dinero, el narcotráfico y la conformación de empresas fantasmas.

En una de las causas donde más complicado se encuentra, es la que se investiga la emisión de facturas "truchas" a través de una usina en la ciudad de Bahía Blanca, a empresas de construcción adjudicatarias de obras públicas, donde uno de sus principales clientes sería el empresario Lázaro Báez, presunto testaferro de la familia Kirchner.

Uno de los casos que más revuelo mediático causó, fue el viaje que en 2014 hizo a Brasil, pago por empresarios a los que él debía controlar como titular de la AFIP, como su amigo Jorge “Uruguayo” Lambiris.

Narcotráfico y Boudougate

Cuando estuvo al frente de la Aduana en el gobierno de Néstor Kirchner, Echegaray fue reiteradamente involucrado por hacer la vista gorda ante todos los embarques de droga que salían de los puertos argentinos, que eran descubiertos en Europa, mientras que en la Argentina circulaban sin el más mínimo control oficial.

Pero sin dudas que el broche tiene que ver con su involucramiento en la causa de corrupción emblema de la era K, como lo es la compra fraudulenta de la ex Ciccone Calcográfica por parte del ex vicepresidente Amado Boudou y sus allegados. Según investiga la Justicia, el ex titular de la AFIP está inculpado por haberle dado a la empresa The Old Fund un plan de pago de 128 cuotas para salvar la quiebra de la firma.

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