Los fantasmas del boicot

Dirigentes de Estudiantes reconocieron ayer a nuestro diario las avanzadas gestiones con la firma Santa Mónica, la cual fue acercada al club por Julio Humberto Grondona

Al ser consultados por este tema,  los dirigentes –que pidieron mantener en reserva su identidad- aseguraron desconocer el pasado de Jesús Samper Vidal, y se escudaron en el hecho de que Santa Mónica trabaja con la AFA y la Selección Argentina. 

A su vez, también hicieron mención a las sospechas sobre un sector de la vida del club que pone trabas con fines “electorales” para que no se haga el estadio, apuntando directamente a la figura de Juan Sebastián Verón, quien el año pasado se negó a participar de un discurso colectivo ante los hinchas en un acto que se organizó en las obras de 1 y 57.

Representantes de la dirigencia albirroja se reunieron con uno de los abogados de Santa Mónica de nombre “Gustavo”, quien podría ser el responsable de redactar los contratos que terminarían comprometiendo el patrimonio del club por diez años.

El abogado en cuestión sería Gustavo Catalano, cuya firma aparece en las actas que registran las composiciones accionarias de las distintas empresas del grupo Santa Mónica. 

Una empresa vinculada al kirchnerismo

Además de los vínculos con la AFA, la firma Santa Mónica también estableció lazos con el gobierno nacional. Por ejemplo, en el año 2012 firmó un convenio con el Ministerio de Educación de la Nación que conduce Alberto Sileoni para que alumnos de todo el país asistan a diversos partidos de la primera división, de la B Nacional y de la Copa Argentina.

Durante la firma del convenio, se lo pudo ver al polémico exrepresentante  de Diego Maradona, Guillermo Copolla, quien sería asesor de Santa Mónica. Coppola estuvo involucrado en dos causas judiciales: una de 1994, relacionada con el asesinato de su amigo y entonces empresario de la noche Leopoldo “Poli” Armentano, y la otra en 1996 por supuesta tenencia y comercialización de drogas. 

Tras la ruptura con Maradona, Coppola fue denunciado por su exrepresentado. Lo acusó por malversación de fondos y lo responsabilizó por la deuda de 30 millones de euros con el fisco italiano por incumplir obligaciones impositivas entre 1985 y 1990. 

Polideportivo en la mira

Además de Samper, otros integrantes de Santa Mónica son el ingeniero industrial Romeo Cotorruelo Menta (de nacionalidad española) y el empresario Dardo De Marchi, expresidente del Club Almagro. Este último ocupó cargos muy altos los directorios de Racing 2000 y San Lorenzo 2000, dos apéndices de Nuevos Clubes Argentinos, compañía que estuvo ligada al Banco Patricios, quebrado y vaciado en los años ´90. Este caso formó parte de la investigación sobre lavado de dinero en la Argentina, que fue realizada por el congreso nacional en 2001. 

Las iniciativas Racing 2000 y San Lorenzo 2000, que buscaban instalar el negocio del gerenciamiento de los clubes de fútbol, que legalmente son asociaciones civiles sin fines de lucro, fracasaron estrepitosamente.

De Marchi también fue presidente del club Almagro y actualmente es el dueño de la cadena de gimnasios SportClub. No se descarta que quiera quedarse con el manejo del polideportivo que está planeado construirse en el nuevo estadio de Estudiantes.

Un club entre la espada y la pared

El Real Murcia es una institución de la segunda división del fútbol español, que actualmente está peleando por ascender. “La salvación del club, dada su situación económica, depende de que logre llegar a la Primera división, dado que su situación económica es muy comprometida”, explicaron fuentes del diario La Verdad de Murcia ante una consulta de Hoy.

Según trascendió, el Real Murcia tendría una deuda de aproximadamente 22 millones de euros con el fisco español (que equivale a más de 248 millones de pesos), poniendo a la institución entre la espada y la pared dado que el gobierno de ese país tomó la decisión política de ser inflexible con clubes del fútbol que no cumplen sus obligaciones impositivas.