Marcos Peña huyó al ser consultado sobre Gustavo Arribas

Ante una pregunta de un periodista de este diario sobre las coimas recibidas por el jefe de los espías, el funcionario nacional abandonó una rueda de prensa. También demostró su incomodidad al hacer referencia a Odebrecht y a la realidad social remarcada por la Iglesia

El jefe de Gabinete de ministros, Marcos Peña, evitó hablar del tema Odebrecht y, al ser consultado por la situación del director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, acusado de haber recibido coimas por parte de la constructora brasilera, se retiró de una improvisada conferencia de prensa realizada ayer al finalizar el Tedeum desarrollado en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires.

Incómodo ante la pregunta sobre la posición que tomó el Gobierno en el marco de la investigación por sobornos, Peña dio el paso inicial que lo llevaría a una abrupta huida del diálogo con la prensa: “Hemos planteado la importancia de que Odebrecht diga todo lo que sabe y que los argentinos puedan saber a quiénes se les pagó coimas”.

También se mostró incómodo cuando un cronista de este medio le preguntó por la afirmación del cardenal Mario Poli durante su homilía patria, donde el representante eclesiástico remarcó que “la inequidad genera violencia”.

El jefe de Gabinete dijo que el Gobierno está “trabajando para reducir la desigualdad y la pobreza, y para generar empleo”. Pese a que los indicadores oficiales demuestran lo contrario, el funcionario insistió con frases poco conectadas con la realidad. “Después de mucho tiempo de fracasos acumulados, como argentinos tenemos que revelarnos a ese destino que parece que nos agobia”, expresó.

Frente a la consulta de diario Hoy acerca de la situación del responsable del sistema de inteligencia de la Argentina, Gustavo Arribas, quien fue denunciado por haber recibido 850.000 dólares destinados a sobornos por parte de la empresa brasilera Odebrecht, Peña abandonó la conferencia. “Muchas gracias, chau, feliz día”, con ese saludo y sin una contestación precisa, el jefe de los ministros salió rápidamente del paso.

Sin respuesta oficial, la postura del Gobierno en torno a Arribas sigue siendo confusa, por lo que se mantienen los interrogantes sobre la evolución del caso. Mientras que la diputada Elisa Carrió le pide al Presidente Mauricio Macri correr de su lugar a la número dos de la AFI, Silvia Majdalani, el jefe de los espías continúa jaqueado por las acusaciones de los exoperadores de Odebrecht y es protegido bajo el silencio del Gobierno nacional.

La estrecha relación de amistad de Arribas con Macri y las graves acusaciones de la líder de la Coalición Cívica hacia Majdalani generan desconfianza sobre el área de Inteligencia del Estado nacional, utilizado históricamente con fines políticos más que para salvaguardar la seguridad nacional. Por eso resultan inquietantes los zigzagueos del jefe de Gabinete ante un tema tan trascendente.

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