Romero: “Es inexplicable y peligroso que los jueces le quiten a la Policía la posibilidad de prevenir el delito”

El exfiscal, en diálogo con diario Hoy, cuestionó el fallo que anuló la causa contra “Chocolate” Rigau, el hombre de las 50 tarjetas de débito, ya que “sataniza” el accionar de las fuerzas de seguridad, que poseen como herramienta legal la figura de “actitud sospechosa”.

Julio “Chocolate” Rigau, el “puntero” acusado de vaciar sueldos de empleados de la Legislatura bonaerense, fue puesto en libertad según la resolución de la Cámara de Apelaciones de La Plata, que resolvió la anulación de la causa en su contra.

Dicha decisión fue firmada por los jueces Fernando Mateos, Alejandro Villordo y Juan Alberto Benavides, puesto que la Cámara de Apelaciones platense consideró que la Policía no tenía orden de “requisa” para intervenir cuando el puntero del PJ extraía dinero en un cajero automático del Banco Provincia situado en la esquina de 7 y 54, pleno centro de la capital bonaerense.

En ese marco, el exfiscal Marcelo Romero cuestionó en declaraciones a diario Hoy el procedimiento judicial a raíz que “le quita a la Policía, a las fuerzas de seguridad, las herramientas legales de prevención, es decir, las herramientas para evitar el delito”.

“Independientemente de las cuestiones políticas y eventuales responsabilidades de los magistrados, porque hay una denuncia penal y pedidos de enjuiciamiento ahora contra su figura, quiero hacer una crítica al fallo en función de ser absurdo, inexplicable y peligroso, porque le quita la posibilidad de prevenir el delito a la Policía”, explicó el exfuncionario del Ministerio Público Fiscal.

Romero apuntó entonces que “para evitar el delito tenemos dos herramientas: una es la inteligencia criminal, es decir, recabar información que nos diga que determinados individuos con antecedentes penales se están reuniendo, organizando, por ejemplo, un asalto a un banco; en ese caso, hasta el momento puede ser solo una reunión, una comida, no hubo delito, pero sabemos por información que se están reuniendo, que están planeando algo, entonces toda esa información recopilada se la traslada a la autoridad competente y evita ese eventual robo”.

“En el caso del delito común, vos estás en tu casa y ves a alguien que no conocés del barrio, que está merodeando, mirando las cámaras, tocan­do picaportes, no está cometiendo un delito, pero vos lo ves y llamás a la Policía. Viene el patrullero, lo interroga, lo identifica, le pregunta qué hace, no reconoce actividad por la cual deba estar ahí y el policía lo invita a retirarse: eso es prevención, y el policía no está abusando de su autoridad. Estos fallos como el de Villordo y Benavides eliminan la posibilidad del accionar policial ante la actitud sospechosa y le quitamos toda posibilidad de prevenir”.

“No estamos hablando de la Policía que actúa infraganti, cuando el delito ya se produjo. En este caso de Chocolate, no cometió ningún delito, porque el acusado no estaba rompiendo el cajero, por ejemplo, pero estaba con 50 tarjetas, un millón de pesos en una bolsa de basura , demorando dentro del cajero más de una hora, con lo cual era claramente una actitud sospechosa”, comentó el candidato a senador por Juntos por el Cambio.

En ese sentido, argumentó: “Si soy policía y le pregunto por qué tiene esas tarjetas y me da una respuesta razonable, lógicamente lo dejo ir, pero si la persona que tiene 50 tarjetas no quiere contestar, no se identifica y no tiene explicación razonable, es lógico que el policía lo lleve a la comisaría para ver lo que está sucediendo”.

“Lógicamente, un policía no puede detener a alguien en la vía pública porque es morocho, porque tiene una gorrita o porque tiene tal o cual aspecto, eso es abuso de autoridad, pero aquí hablo de cuando el policía está justificando su accionar ante una actitud sospechosa confiando en su expertiz”, aclaró.

Romero enfatizó: “No le podemos quitar a la Policía esa facultad porque es muy grave, es muy grave porque el Poder Judicial no puede estar aislado de la realidad, no puede actuar desde una burbuja donde no tenga contacto con la realidad, si no, su facultad preventiva no puede intervenir”.

“El policía es un auxiliar de la ley y la Justicia, cuando hay una situación que no está clara debe actuar, pero si en esa situación sospechosa se descubre un posible delito y se inicia una causa penal, el policía puede dentro de sus facultades accionar, no se le puede objetar absolutamente nada. En este caso, hubo un ciudadano que llamó primero a la Guardia Urbana, llamaron a la Policía, la Policía entró al cajero, pidió identificación, el hombre se negó, le pidieron explicaciones, no las quiso dar, y por ende lo llevaron a la comisaría y dispusieron que lo aprehendieran. Y después, antes de las 24 horas de esa aprehensión, un juez, en este caso el doctor Atencio, dispuso la detención preventiva, es decir, no tuvo violentadas sus garantías, hubo un juez que dispuso su detención”, señaló.

“No estamos hablando del abuso policial, la Policía no puede detener a quien sea, tiene que automáticamente comunicarse con la fiscalía, el juez y defensor oficial para que esa persona tenga garantizados sus derechos”, sentenció.

Para finalizar, Romero apuntó: “Hay presiones en la Justicia, pero lo importante es no dejarse presionar, la única presión tiene que ser la de su conciencia. Aplico la ley y tengo derecho a equivocarme desde lo humano, pero no a ceder ante presiones”.

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