La medida se siente en el todo el país

Se siente con fuerza el Paro General

La medida lanzada por la central obrera se siente con fuerza en todo el país y abarca a la sociedad en su conjunto. El centro de las críticas es la política económica, que ha hecho subir la desocupación y la pobreza en los últimos meses. 

"Un paro no ayuda en nada”, dijo hace unos días el Presidente Mauricio Macri, luego de que desde la Confederación General del Trabajo (CGT) se ratificara la medida de fuerza por 24 horas para el día de hoy, en contra de la política económica encarada por el gobierno de Cambiemos desde su llegada al poder, el 10 de diciembre de 2015.

Las razones fundamentales que llevan a la central obrera a realizar la jornada de lucha se vinculan al aumento exponencial que han tenido en los últimos dieciséis meses la deso­cupación y la pobreza en nuestro país. A esto se suman las consecuencias de los tarifazos en los servicios públicos en los bolsillos de los trabajadores, y una inflación que no se detiene y afecta con crudeza a los sectores más vulnerables de la sociedad.

El parate total que sufren los servicios de transporte de pasajeros y cargas, escuelas, hospitales, bancos y la administración pública fue crucial a la hora de medir el impacto masivo de la medida de fuerza en la población. A ellos se le suman otros sectores como los taxis, los subtes, la recolección de residuos, los trenes, la Justicia, los vuelos nacionales e internacionales, el comercio, las estaciones de servicio y la rama industrial.

A diferencia de otros paros realizados por la CGT, en esta ocasión no se trata de una medida activa, ya que no hay movilización a Plaza de Mayo. Para muchos se trata de un guiño por parte de la central obrera hacia el Gobierno, el cual durante el mes de marzo sufrió un período con grandes marchas en contra de la política oficial.

Posiciones encontradas

En el día previo a la protesta, desde el Gobierno nacional salieron a fustigar la medida de fuerza, al sostener que la medida es “política” e “incomprensible”, y coincidieron en que “no hay consignas claras de por qué se está parando el país”. Además, aseguraron que todo se debe a las intenciones del triunvirato cegetista “de posicionarse políticamente dentro del peronismo de cara a las elecciones legislativas de octubre”.

Por otra parte, desde el sindicalismo dijeron querer “hacer entender” al Gobierno que se deben producir “grandes cambios” en la política económica que se viene llevando adelante, y que, en caso de no realizarse, conducirán a la Argentina “a la más dura de las realidades, con más de la mitad de los ciudadanos por debajo de la línea de la pobreza”.

En ese sentido, sostienen que el Ejecutivo, a través del ministro de Economía Nicolás Dujovne, sigue sin hallar el “rumbo” de la “reactivación económica”, y que los tan mentados “brotes verdes” no han podido ser absorbidos por una industria que viene “cuesta abajo y cerrando empresas en todo el país”, deteriorando el poder adquisitivo y el salario de los trabajadores.

Sin embargo, no todo el sector obrero se encolumna detrás de la medida de fuerza. Gerónimo “Momo” Venegas, titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), encabeza una corriente interna dentro de la propia CGT que se opone a la confrontación directa con el Gobierno nacional y llamó a la masa trabajadora a “apostar” por Macri y a darle una “cuota de confianza”.

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