Un testimonio clave: "Llamé al teléfono de Santiago y alguien me atendió"
Ariel Garzi es un testigo clave en la causa que investiga la desaparición de Santiago Maldonado, de quien no se sabe nada desde el pasado 1 de agosto, cuando participaba de una manifestación de la comunidad mapuche Lof Cushamen en el noroeste de Chubut, la cual fue reprimida por Gendarmería.
Garzi era un testigo protegido en el caso, hasta que hace unos días la ministra Patricia Bullrich decidió nombrarlo en su exposición en el Senado, y lo dejó expuesto. A partir de ese momento, el joven decidió hablar y que su imagen se vea como un modo de protegerse por si algo le llegara a pasar.
En una entrevista con Revista Cítrica, Ariel contó que llamó a Santiago 24 horas después de su desaparición y que atendieron el teléfono por unos segundos. Después lo apagaron y nunca más lo volvieron a atender. Ese registro de la llamada figura en la causa, como un elemento muy importante.
"Después del allanamiento estábamos al tanto sobre que había un desaparecido. Que se habían llevado a uno. Al día siguiente me mandan una foto, por whatsapp con la cara del muchacho que se habían llevado, y ahí me di cuenta que era Santiago Maldonado. El Brujo", contó. ”En ese mismo momento, a lo primero que atiné fue agarrar mi teléfono y llamar. Fue a las 15:23. Llamé a Santiago y alguien me atendió durante 22 segundos, sin emitir ninguna palabra”, relató.
Ariel dio detalles de esa llamada: "Se escuchaba una habitación vacía, con ecos, pasos. Y lo primero que se me vino a la mente fue el ruido de botas, caminando. En ningún momento me hablaron. Yo lo llamaba a Santiago, a los gritos. La llamada dura 22 segundos, y me cortan. Al minuto siguiente volví a llamar, y ya me daba como que el teléfono estaba apagado".
Luego siguió llamando al teléfono pero ya daba apagado. "Esta fue la prueba que presenté en el juzgado federal de Esquel, ante el juez Guido Otranto. Mostré la llamada, y la captura de pantalla", remarcó.
"Desde que pasó lo de Santiago, traté de mantenerme lo más oculto que pude. Por una cuestión de seguridad. Hasta que hace tres días, Bullrich me dejó al descubierto. Y mis abogados me dijeron que la mejor manera de mantenerme seguro es que me exponga, que haga conocer mi cara, y que diga todo lo que sé. Que no es mucho. Pero esta prueba de la llamada, evidentemente, los tiene bastante inquietos. Por eso se están manejando de la manera en que se manejan", resaltó.