Una deuda que no para de crecer

Ni los números del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) pueden tapar el crecimiento exponencial de la deuda externa argentina que, según los datos difundidos ayer, aumentó casi u$s 52.000 millones en 2017 (un 28,6%), trepando a u$s 232.952 millones, mientras que en 2016 se ubicaba en u$s 181.170 millones. Así, el nivel de endeudamiento equivale al 47% del Producto Bruto Interno (PBI), unos cinco puntos más de lo registrado cuando asumió Mauricio Macri.

En tanto que el saldo de la balanza de cuenta corriente (que mide el flujo de todos los bienes, servicios, ingresos y pagos desde y hacia el país) experimentó un déficit de US$30.792 millones en 2017, un aumento de casi 110% respecto a los US$14.693 millones del año previo.

También es preocupante el nivel de déficit de la cuenta financiera, que pasó de los  US$14.497 millones en 2016 a US$30.371 millones el año pasado. 

“El aumento obedeció principalmente a las emisiones de deuda del Gobierno general y el Banco Central”, tuvo que reconocer el INDEC.

Así, la deuda parece ser lo único que aumenta en esta Argentina del crecimiento “invisible” que declama el Gobierno. En cambio, la balanza comercial sigue dando saldos negativos: en febrero arrojó un déficit de US$903 millones, más de cuatro veces el rojo registrado en el mismo período de 2017. Esto obedeció a que las exportaciones aumentaron 10,1% en la comparación interanual mientras que las importaciones lo hicieron en un 26,3%. Lejos de producir, se importaron automóviles, hidrocarburos, celulares, fundición de hierro y acero, plástico y porotos de soja por la caída de la cosecha a raíz de la sequía que afecta al agro.

El cuestionado ministro de Finanzas, Luis Caputo, que entre otras polémicas decisiones emitió un bono a 100 años, debía responder el miércoles en el Congreso por este endeudamiento y por haber ocultado que sus empresas offshore en paraísos fiscales. Sin em-bargo, el funcionario se tomó unos días más para ensayar su descargo y prometió dar explicaciones recién el próximo 4 de abril.

Los supermercados, espejo de la crisis

Al tiempo que la deuda crece, el INDEC informó ayer que las ventas en los supermercados cayeron durante enero 3,1% en relación a igual mes del año pasado. Esto se explica, en parte, por el aumento de la canasta básica, valuada en casi $17.000 para una familia tipo, en tiempos en que el poder adquisitivo pierde su batalla contra la inflación.