Una familia necesitó cuatro salarios mínimos para no ser pobre

Un informe de Cifra advierte que el salario mínimo perdió más de la mitad de su valor real en una década, dejando a millones bajo la línea de la pobreza.

Política

05/09/2025 - 00:00hs

Una familia argentina tipo, integrada por dos adultos y dos menores, necesitó en julio casi cuatro salarios mínimos, vitales y móviles para cubrir el costo de la Canasta Básica Total (CBT), que marca el umbral de pobreza. Así lo determinó un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), dependiente de la CTA, que calificó la situación como “peor que la del 2001”.

El último dato disponible del Indec para la CBT en un hogar de cuatro integrantes se ubicó en $1.149.353, mientras que el salario mínimo, vital y móvil fue de apenas $317.800. En consecuencia, una familia necesitó $1.271.200, equivalente a casi cuatro veces ese haber, para no ser considerada pobre.

Un ingreso deteriorado

El relevamiento de Cifra recordó que el salario mínimo perdió más del 30% de su poder adquisitivo en la fuerte devaluación aplicada por el presidente Javier Milei apenas asumió su mandato. Desde entonces, las cinco reuniones del Consejo del Salario concluyeron sin acuerdo entre empresarios y sindicatos, y fue la Secretaría de Trabajo la que fijó los incrementos, en línea con la propuesta patronal.

“Los aumentos no buscaron recuperar el poder de compra perdido tras la devaluación, sino que incluso continuaron erosionándolo”, denunció el documento. Según el informe, en agosto de 2025 el salario mínimo se ubicó en un nivel real 43,4% más bajo que en noviembre de 2019 y 56,7% por debajo de noviembre de 2015. De no haberse deteriorado su poder adquisitivo en la última década, superaría los $740.000.

Peor que en la convertibilidad

Actualmente, el haber mínimo representa apenas una quinta parte del sueldo promedio de los trabajadores registrados del sector privado. Cifra advirtió que su valor real es inferior al vigente en la mayor parte de la década del noventa e incluso en la crisis del 2001.

“La comparación entre el salario mínimo y las líneas de pobreza e indigencia revela una situación aún más crítica que la de aquel año”, concluyó el centro de estudios de la CTA.

Ante este contexto, la caída del poder adquisitivo expone un presente social alarmante. Sin políticas que reviertan esta tendencia, se consolida un escenario de exclusión creciente.

Noticias Relacionadas