Wado, por una renovación sin grieta

El ministro del Interior de la Nación, Eduardo “Wado” de Pedro, consideró ayer que, a 40 años de la recuperación democrática, hay una generación de dirigentes que deben protagonizar “una renovación” en la política y en otros sectores para que el país “deje atrás las antinomias”.

“Me imagino una generación de dirigentes que, haciendo un balance de los últimos 40 años de democracia, tome como ejemplo lo que funcionó y se descarte lo que no. Me imagino una renovación dirigencial en muchos ámbitos, con una Argentina dejando en el pasado las antinomias”, remarcó De Pedro.

El funcionario nacional ejemplificó que “industria o campo es una antinomia que ya fue”, y sostuvo que ambos sectores “son parte de un mismo engranaje” productivo.

En relación a sus aspiraciones políticas, el ministro sostuvo que, en caso de ser electo como presidente, estará abocado al “diseño de una Argentina que funcione en base a datos, hechos y experiencias concretas”.

“El diálogo generacional en función de un modelo de país lo voy a dar con todos”, aseguró De Pedro en referencia a su relación con los dirigentes políticos de otros espacios, y también con respecto a los empresarios.

Al hacer un balance sobre los resultados obtenidos por el Gobierno que encabeza Alberto Fernández, el dirigente de La Cámpora se manifestó “orgulloso, contento con el país”, aunque consideró que la actual administración “no pudo hacer algunas cosas porque no le encontró la vuelta”.

“Somos exigentes a la hora de tomar la responsabilidad de gobernar y entendemos qué falta. Se puede hacer más. El Gobierno se tiene que comprometer y tomar decisiones para ayudar a los que menos tienen. Eso es lo que dijimos en 2019”, apuntó Wado.

Con relación a la situación política del Frente de Todos (FdT), De Pedro afirmó que “toda coalición tiene su juego interno y una división de las responsabilidades que generan ruidos, que son naturales”. “Nosotros nos hacemos responsables y, por suerte, hemos dado muchas discusiones de cara a la sociedad”, subrayó.

A la hora de hablar sobre su posición dentro del peronismo, se remitió a su identificación con los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, y recordó que, durante los años de la gestión de Carlos Menem, estuvo “en contra de las políticas neoliberales”.

También se refirió al crecimiento de la ultraderecha. “El apoyo a (Javier) Milei no es algo ideológico. Causa preocupación la violencia verbal, que puede convertirse en hechos violentos”, concluyó.