Dos motochorros sorprendieron a las víctimas en la puerta de su casa. Simulando estar armados, les sustrajeron la billetera para luego darse a la fuga.
Una familia de la localidad platense de Ringuelet se sumó a la larga lista de vecinos de nuestra ciudad que sufrieron un asalto, luego de que fueran sorprendidos en la puerta de su vivienda por dos sujetos. Haciendo ademanes de que estaban armados, los amenazaron y les arrebataron la billetera, para después de eso darse a la fuga rápidamente.
La tranquilidad con la que actúan los delincuentes les permite atacar en cualquier horario. En este caso, el hecho tuvo lugar a plena luz del día, durante la tarde de ayer, en la zona de las calles 6 entre 509 y 510. Las víctimas estaban a punto de ingresar a su domicilio, pero fueron interceptadas por dos individuos que se movilizaban a bordo de una motocicleta de color negra y de baja cilindrada.
En ese preciso instante, uno de los individuos descendió del rodado y simulando tener una pistola entre sus ropas, les exigió que les entregaran sus pertenencias. Mientras su cómplice lo aguardaba arriba del ciclomotor, el ladrón logró arrebatarle la billetera a uno de los damnificados del atraco, que en su interior contenía una suma de dinero en efectivo que hasta el momento no fue estimada.
Ya con el botín en su poder y en pocos segundos, ambos hampones huyeron rápidamente a bordo de la misma motocicleta en la que habían arribado. Durante ese breve lapso, la escena estuvo cargada de tensión y temor, pero afortunadamente se trató de un robo al voleo y la familia no tuvo que sufrir una entradera, con un desenlace que podría haber sido mucho peor de lo que fue.
Uno de los vecinos que presenció el hecho realizó una llamada al servicio de emergencias 911 antes de que huyeran los malvivientes.
Sin embargo, cuando los uniformados arribaron, los cacos ya se habían escapado y al entrevistarse con las víctimas, estas brindaron detalles de las características de los sospechosos, quienes portaban cascos, por lo que les fue imposible reconocer su rostro.
Hasta el cierre de esta edición, los motochorros continuaban prófugos, siendo intensamente buscados por los efectivos policiales.