Desalmados
Ladrones ingresaron a un club de Romero
Atacaron en Romerense, ubicado en 517 y 167. Además de llevarse elementos de valor, causaron destrozos. La Policía todavía no logró dar con los implicados, que permanecen prófugos.
Sujetos desconocidos ingresaron en las últimas horas a un club de barrio y perpetraron un nuevo robo. Después, escaparon con rumbo incierto y permanecen, hasta el cierre de esta edición, prófugos, indicaron ayer fuentes policiales.
En esta ocasión, los hampones, cuyo número se desconoce, ganaron el interior del club Romerense, ubicado en las calles 517 y 167 de Melchor Romero. Una vez adentro, y sin llamar la atención de nadie, comenzaron a recorrer las instalaciones y apoderarse de diferentes elementos, causándole un gran daño a la institución, más en estos tiempos en los que no se pueden llevar a cabo las actividades diarias.
Por lo que Trama Urbana pudo averiguar, los cacos no solo se conformaron con adueñarse de varios objetos, sino que también causaron destrozos. En ese sentido, rompieron las térmicas que permiten iluminar la cancha del club de fútbol infantil.
Los allegados al lugar, preocupados y molestos por lo sucedido y la falta de respuesta de los encargados de la fuerza platense, aseguraron: “Ya no sabemos qué hacer para que paren de robarles a los nenes”.
“No hay patrullaje”
Indicaron que todo lo realizan a pulmón, explicando: “Hacemos bingos para recaudar y poder arreglar la cancha, pero siempre pasa lo mismo”. De manera insólita, contaron que en esta ocasión “se robaron hasta unos cartelitos que pusimos para que la gente use tapabocas. Se llevaron también cables, térmicas y ahora tenemos miedo que vuelvan por las lámparas”.
Sin dudarlo, relataron: “La Policía no hace nada, y tampoco se la ve. No patrullan, y de noche aún menos. Esto es tierra de nadie. Necesitamos que empiecen a trabajar, y que lo hagan en serio. Que nos defiendan a nosotros y no a los delincuentes”.
Los investigadores, así como las víctimas, están atentos a las diferentes páginas web de compra y venta, porque consideran que más temprano que tarde los implicados van a intentar comercializar el botín con el que se alzaron. Sin embargo, todavía nada se sabe de ellos pese a los esfuerzos puestos en localizarlos.