A raíz de las lesiones, Diego Pintos estuvo varios meses internado con la cabeza rota. La agresión ocurrió en 2017 en 58 entre 166 y 167.
El Tribunal Oral en lo Criminal n°1 de La Plata condenó a Agustín Alberto Lucerna a siete años y seis meses de prisión y a su hermano Mauricio Lucerna a tres años y cinco meses de cárcel por el intento de homicidio a Diego Pintos el 2 de noviembre de 2017, mientras éste se encontraba en su vivienda de Los Hornos.
Según los jueces, quedó acreditado que cuando la víctima se disponía ir a trabajar a una obra fue “sorprendido en el interior de su domicilio de 58 entre 166 y 167 por dos masculinos y una femenina que previamente habían roto la puerta de su hogar para ingresar. Comenzaron a insultarlo y agredirlo arrojándole piedrazos en el cuerpo, lo que provocó su caída al piso. Una vez allí, continuaron golpeándolo con un caño de gas, tanto en el cuerpo como en la cara”.
“Asimismo, mientras uno de los masculinos lo golpeaba en el cuerpo con el caño, el otro lo hacía con una piedra en la cabeza, y le gritaban Hijo de p…, te vamos a matar. Al escuchar en un momento el sonido de las sirenas de la Policía, los agresores decidieron retirarse, no sin antes la femenina y madre de los implicados golpear nuevamente al damnificado con una piedra en su cabeza”, relataron los magistrados Cecilia Inés Sanucci, Hernán Javier Decastelli y Ramiro Fernández Lorenzo.
La madre, libre
Ante el tribunal, el perjudicado contó que tenía un vínculo conflictivo con los hermanos Lucerna: primero porque él tenía un terreno grande y había comprado cuatro corderos para que coman el pasto. “Esta gente (con referencia a los agresores) tenía una jauría de seis perros medianos que entraron y me mataron dos corderos. Ahí empezó la discordia”, aclaró Pintos.
También comentó los padecimientos que sufrió durante mucho tiempo a raíz de la severa agresión. “No me puedo golpear la cabeza porque tengo el hueso roto. En la mandíbula me pusieron alambres, todos los dientes atados con fierro y con gomitas, tuve 45 días la boca atada y comía todo líquido con bombilla”, recordó.
Respecto a la madre de los hermanos, los jueces consideraron que “no se ha podido corroborar la hipótesis acusatoria consistente en que ella le arrojó a Pintos una piedra en su pecho cuando ya estaba herido. Los tres acusados dijeron que ella no ingresó al lote del damnificado e incluso ni siquiera participó de los piedrazos que le arrojaron previamente”. Por ser partícipe secundario, los jueces resolvieron excarcelarla bajo juramento.