Condenaron a perpetua a cinco de los rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa

La mayoría de los acusados fueron declarados como coautores del delito de homicidio doblemente agravado. El resto recibió una pena de 15 años de prisión.

A más de tres años del hecho que conmocionó al país, el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa llegó a su fin con la lectura del veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores. Este condenó a los rugbiers como los responsables del asesinato ocurrido la madrugada del 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en la ciudad de Villa Gesell.

De manera unánime, los magistrados señalaron a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi como coautores del delito de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía, en concurso ideal con lesiones leves”, por lo que todos ellos enfrentarán la prisión perpetua.

En tanto, el resto de los imputados (Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi) fueron apuntados por los jueces como partícipes secundarios en la escena. De este modo, la pena para ellos fue menor y está estipulada en 15 años de cárcel. De la misma forma, el TOC Nº1 de Dolores rechazó sin discrepancia el planteo de nulidad hecho por el abogado defensor, Hugo Tomei.

Por otro lado, en relación a Juan Pedro Guarino y Tomás Colazzo (conocido como “el rugbier N° 11” y que al momento del crimen era menor de edad), se abrirá un nuevo expediente por “falso testimonio”, tal como lo habían requerido los fiscales acusadores, Juan Manuel D’Avila y Gustavo García, luego de escuchar sus declaraciones en el juicio.

Condena y traslado

La lectura de la sentencia comenzó unos minutos después de las 13 de ayer en la sala del Tribunal, en medio de un profundo clima de tensión. Tras la decisión de María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, el extenso debate -que implicó trece audiencias por las que pasaron más de 87 testigos- llegó a su fin.

Se dispuso entonces vía oficio que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) trasladara a los ocho condenados hasta la alcaidía 3 de Melchor Romero, institución donde habían cumplido la mayor parte de los tres años que estuvieron detenidos con prisión preventiva.

Burlando se fue disconforme

Finalmente, Fernando Burlando, el abogado querellante y representante de los padres de Báez Sosa, manifestó sentirse disconforme con la condena a 15 años para Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi, ya que considera que los ocho tuvieron el mismo grado de responsabilidad en el asesinato.

“No estoy enojado, soy un poco pasional”, señaló. Al salir de la sala, el letrado habló con la prensa y dejó en claro que no está de acuerdo con la sentencia y aseguró que apelará el fallo.

En este sentido, consideró: “Se hizo una justicia débil, y una justicia débil no es justicia. Al mismo tiempo, añadió que “el tribunal tuvo clemencia con los acusados”.

“Es muy difícil discriminar la participación secundaria en un hecho que es un plan”, concluyó.

Máximo Thomsen se descompensó al escuchar el veredicto

La lectura del veredicto contra los ocho acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa tuvo un momento particular en medio de la tensión que se vivió en la sala. Mientras los rugbiers escuchaban la resolución de los jueces, uno de ellos sufrió una descompensación y la sentencia se detuvo durante algunos minutos.

Se trata de Máximo Thomsen, uno de los principales apuntados por el crimen, quien durante la última audiencia en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores se desmayó al ser condenado a prisión perpetua.

Antes de comenzar, el abogado defensor Hugo Tomei pidió que los imputados oyeran la condena de pie, pero cuando todavía no había finalizado la lectura, el joven de 23 años se desplomó sobre su silla y debió recibir atención médica.

Esto ocurrió cuando el secretario del Tribunal, Federico Marazzco, brindaba los detalles de la sentencia de los magistrados. A raíz de este episodio, el recinto tuvo que ser desalojado en medio de un clima hostil en el que la madre de Thomsen acusaba a la prensa. “Saquen a todos los periodistas, la puta que los parió. Tres años torturándolo, no me importa más nada”, gritó.

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