De dos cortes en el cuello: así mataron a un anciano en Los Hornos

Yacía en la habitación de su casa, que estaba cerrada, sin desorden ni faltantes. Profundo misterio y hermetismo policial y judicial. Hasta el momento no hay detenidos.

Tras un día de minuciosa investigación y ya con el resultado de la autopsia, calificados voceros policiales confirmaron ayer que fue asesinado el hombre de 84 años que apareció muerto en su casa de Los Hornos con cortes en el cuello.

Bajo un profundo hermetismo, los peritos y jefes de la fuerza consultados por este diario aseveraron que al anciano “lo mataron de al menos dos cortes en el cuello, uno de ellos en la parte posterior del mismo que bajo ningún punto de vista se lo pudo haber autoprovocado”.

Todo se inició el miércoles a la noche, cuando el hijo de 52 años de la víctima, un vendedor ambulante identificado como Ángel Osvaldo Merlo, fue hasta su domicilio de 67 entre 133 y 134, preocupado porque desde el lunes que no sabía nada de él. Al encontrarse con la puerta de ingreso cerrada, y con la llave colocada, el hombre la rompió a patadas, ya que nadie respondía a sus llamados. Una vez en el interior, halló a su progenitor en el dormitorio, sin signos vitales.

Poco después se hicieron presentes agentes de la comisaría Tercera y una ambulancia, cuyos médicos constataron el deceso. Ante los uniformados, el sujeto relató que “a simple vista no había faltantes, mientras que la puerta de salida al patio estaba con el pasador del interior y cerrada”.

En tanto, “no había desorden alguno en los ambientes ni el cuerpo presentaba signos de defensa, aunque sí tenía dos cortes en el cuello”, mencionó un investigador. Fueron convocados así los detectives del Gabinete de Homicidios de la DDI y se comenzaron a tejer hipótesis.

Varias hipótesis

Por un lado, familiares de Merlo reseñaron que “sufría de problemas de alcoholismo y estaba mal afectivamente por su reciente separación”, direccionando así el caso como un posible suicidio. El problema es que “al lado del cadáver no había arma blanca alguna, ni tampoco había sangre en los ambientes, solo un poco donde se hallaba el cuerpo”. De esta manera, se descartó que se haya podido cortar el cuello por sí mismo en algún lugar del inmueble para después dirigirse, malherido, a la habitación. Y ya la autopsia indicó que, efectivamente, había sido asesinado.

También se filtró que el anciano convivía con “un perro agresivo y con tendencia de mordedor, por quien pudo ser atacado”, algo que luego se descartó: “El animal no tuvo nada que ver. Se trató de un crimen, y estamos en plena investigación”, señalaron tres portavoces.

Bajo el incomprensible silencio de la UFI 16 en turno, conducida por Juan Cruz Condomí Alcorta, hasta el cierre de esta edición los pesquisas procuraban dar con los responsables del hecho.

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