Mientras la Policía mira para otro lado, los asaltos en La Plata alcanzan ya cifras históricas y son cada vez más violentos. Por el gravísimo hecho, no hay personas detenidas. En el centro, otro caso.
Un hombre fue asaltado en las últimas horas en Lisandro Olmos por al menos dos motochorros que, no conformes con haberlo amenazado, dispararon el arma de fuego que uno de ellos manipulaba. Pese a la gravedad del asunto, hasta el cierre de esta edición no había personas detenidas.
Fuentes policiales indicaron ante Trama Urbana que todo tuvo lugar antenoche, cuando cerca de las 22.30 un sujeto circulaba a bordo de su ciclomotor cuando fue sorprendido por dos maleantes, también en un rodado, en las calles 197 y 45. Según los frentistas del barrio, el damnificado fue perseguido por unas seis cuadras. Tras interceptarlo, lo encañonaron, lo amedrentaron y le dijeron que iban a matarlo si no entregaba sus pertenencias.
Asustada, la víctima no se resistió y dio así lo que tenía pero, disconformes, los hampones fueron por más y le sustrajeron la moto. Para dejar claro que estaban dispuesto a todo, uno de ellos disparó al menos una vez al aire, para terminar de dominar la situación.
Ya con el botín asegurado, tanto él como su cómplice se dieron a la fuga con rumbo incierto, y todavía los agentes de la fuerza no pudieron dar con ellos, pese a la cantidad de horas que ya transcurrieron.
“La zona, en materia de inseguridad, es un desastre. Está totalmente liberada, pero no es solo acá, sino en toda la ciudad. En cada punto, en cada esquina de cada barrio pasa lo mismo y la Policía mira para otro costado. Ni siquiera llamando al 911 vienen. Dan asco”, explotó un vecino del área, quien refirió que no se trató de un caso aislado ni mucho menos.
Ahora las autoridades analizan si, concretado el atraco, los malhechores salieron a protagonizar otros ilícitos en el ciclomotor sustraído, algo que dan prácticamente por sentado. “Por lo general, la moto que roban la usan para salir de raid delictivo, y recién después tratan de venderla, ingresándola en el mercado negro”, aseveró un vocero.
También en el casco urbano
Lejos de quedar allí, los robos en la ciudad siguieron a la orden del día con otros hechos, y en ese sentido sujetos desconocidos se apropiaron de manera ilegal de un auto estacionado en las calles 6 entre 61 y 62. Sin llamar la atención de nadie, se metieron al vehículo y escaparon con él. Tanto en este episodio como en el anterior, los encargados de la seguridad analizan las cámaras, tanto públicas como privadas, para intentar dar con los responsables, de quienes nada se sabe.
A su vez, en 13 A y 473 de City Bell cuatro cacos, al parecer menores, le quitaron su bicicleta a un joven de 23 años, durante la noche del lunes. La víctima dijo que no lo amenazaron con armas (al menos no vio ninguna), pero sí lo empujaron y lo tiraron del rodado en el que iba. “Acá es común esto, ya estamos acostumbrados a los robos, pero tampoco podemos dejar de hacer nuestras vidas. Estamos a merced de los delincuentes”, le contó a este diario el damnificado, entre enojo e indignación. A su vez, indicó que no radicó la denuncia porque “no sirve de nada”.