Desolación en Villa Ponsati: le robaron dos veces consecutivas y tuvo que cerrar el local

En menos de 48 horas, delincuentes ingresaron a una zapatería en dos ocasiones, y la dueña decidió rescindir el contrato de alquiler. Pese a los pedidos de seguridad, el barrio sigue sitiado por ladrones.

La delincuencia en la ciudad de La Plata y en toda la región continúa avanzando firme, sin discriminar rubro ni víctimas. Este multimedio cuenta a diario la cantidad de ilícitos que se reproducen en los diferentes barrios, sin que hasta el momento se haya encontrado una solución para paliar el grave problema. En un año tan complejo como complicado donde la economía de la mayoría de los comerciantes locales se desmoronó ante el advenimiento del coronavirus, ya que muchos de ellos debieron mantener sus persianas cerradas durante largos meses sin poder generar ganancia alguna, se suma el conflicto de la inseguridad, que atacó sin dudas a varios de ellos.

En este duro contexto, sujetos desconocidos se ensañaron en el último tiempo con una zapatería de Villa Ponsati, a la que atacaron tres veces y dos de manera consecutiva. Abatida, indignada y con recursos económicos cada vez más chicos, la dueña decidió cerrarla.

El local blanco de los hampones está ubicado en 120 y 80, hasta donde llegaron los maleantes durante la madrugada del miércoles y también de ayer, viernes. Se apoderaron de todo lo que pudieron y se dieron a la fuga no solo con el botín, sino con la tranquilidad y el trabajo de la propietaria, quien resolvió rescindir el contrato de alquiler y marcharse del barrio.

“Ingresaron por la noche, barreteando la puerta de ingreso”, le contó a Trama Urbana una comerciante vecina que tiene un puesto de diarios, y explicó: “Fueron dos robos consecutivos, en donde en el último se llevaron zapatillas para nenes”.

Sin embargo, pese a la reiteración de ilícitos, aclaró que no fueron aislados ni mucho menos: “Le robaron tres veces en menos de un mes, y si bien en muchos casos actúan menores, acá no lo hicieron porque barretearon y cortaron los candados y la reja. Dejaron todo abierto y roto, y revolvieron todo, como buscando algo. La primera vez le habían roto todas las ventanas, por donde se metieron”.

“No dan respuesta”

Claro que la zapatería no fue el único comercio atacado, ya que también sufrieron el paso de los cacos “una casa de celulares y a nuestro puesto de diario también intentaron abrirlo, aunque no pueden llevarse nada de interés de acá”, manifestó la lugareña.
Si bien los frentistas organizaron días atrás una marcha hasta la comisaría Decimosexta, con jurisdicción en la zona, en reclamo de seguridad, la misma de nada sirvió. “Todo sigue igual, nada cambia con los reclamos”, se lamentaron, y agregaron que la zona “es tierra de nadie”, y son víctimas tanto comerciantes como residentes del lugar, quienes sufren entraderas y robos callejeros. “Hay banditas de menores, y muchos son conocidos en el barrio, pero las autoridades no dan respuesta”, concluyeron.