Un asalto armado en una estación de servicio y el robo de una moto a plena mañana volvieron a exponer la violencia en las calles platenses. Vecinos y comerciantes reclaman más presencia policial y medidas urgentes.
En La Plata, la inseguridad sumó dos nuevos episodios que sacudieron a vecinos y dejó en evidencia —una vez más— la violencia en la vía pública.
En un primer hecho, en una estación de servicio de avenida 44 y calle 31, un hombre llegó en moto simulando ser cliente para cargar combustible. Apenas apoyó su casco y fingió el trámite, sacó un arma y amenazó a los playeros para robar la recaudación del día, además del dinero y billeteras de los presentes. En segundos escapó con el tanque lleno y el botín, dejando tras de sí a empleados conmocionados y una estación de servicio bajo el temor. Las cámaras de seguridad registraron todo: desde su llegada hasta su huida.
Horas más tarde, cerca de las 7 de la mañana, dos delincuentes robaron una moto estacionada sobre la vereda en la intersección de calle 22 y avenida 60. El vehículo pertenecía a un empleado de una panadería de la zona. Un automovilista que circulaba por allí filmó el instante, y las imágenes ya están en manos de la Policía de la comisaría Quinta, que intenta identificar a los asaltantes y recuperar el rodado.
Ambos incidentes son parte de una oleada creciente de robos callejeros en diversos puntos de la ciudad. Para muchos habitantes, la facilidad con la que operan los delincuentes —sin cuidado por el tránsito, el horario o los posibles testigos— denota una preocupante sensación de impunidad.
Vecinos y comerciantes de La Plata expresaron su alarma: “Ya no se siente uno seguro ni saliendo a la esquina”, dice una vecina que trabaja en una despensa céntrica. Otro comerciante agregó: “Si un tipo puede entrar a una estación y amenazar con un arma de esa forma, ¿qué nos queda a nosotros que vendemos pan o verduras?”.
Las autoridades pidieron colaboración: cualquier testigo de los hechos, o quien cuente con imágenes adicionales, puede comunicarse para aportar datos. Pero en barrios populares, muchos reclaman presencia policial permanente, mayor patrullaje y controles más efectivos. Hasta tanto, el temor sigue rondando en cada cuadra, y la rutina de miles de platenses quedó marcada por el temor a lo inesperado.