El último detenido por el crimen de Tomás Tello negó haber participado del ataque

El último detenido por el crimen de Tomás Tello, el joven de 18 años asesinado de una puñalada mientras era atacado por una patota el día de Año Nuevo en la localidad balnearia de Santa Teresita, negó haber participado del ataque este jueves, aseguró ser amigo de la víctima y dijo que intentó defenderlo.

“Yo en ningún momento le hice nada, era mi amigo. No sé por qué estoy detenido, yo no tuve nada que ver”, afirmó Roberto Cejas (29), acusado de ser “partícipe necesario” del homicidio de Tello (18), en declaraciones con el canal de noticias TN.

Cejas, que fue el último detenido por el hecho, dio su versión de los hechos en una entrevista telefónica que realizó desde una comisaría de la localidad balnearia de Santa Teresita y señaló haber defendido al joven asesinado.

“Yo ese día estaba en la playa, estaba con Tomás, que era mi amigo. Empezó la pelea ahí, se empezaron a pelear entre ellos, nosotros lo defendimos”, contó.

Luego de ello, Cejas agregó: “Él vino con otro pibe amigo de él a saludarnos como siempre. Con Tomi salíamos a la joda, pero se empezaron a pelear. Se ve que se tenían bronca, empiezan todos a los botellazos”.

Además, el detenido indicó que no estaba frente a la casa en la que Tello fue apuñalado en el pecho y que se encontraba con varios amigos de la víctima cuando sucedieron los hechos. “Estoy seguro que no hice nada”, concluyó.

Según las fuentes judiciales, Cejas es el único de los ocho mayores detenidos por el crimen de Tomás que permanece alojado en una comisaría.

En tanto, Damián Kopelián (21) —quien fue indicado por los investigadores como el principal sospechoso de haber asesinado a la víctima—, su padre Avedis Kopelián (57), Federico Brandon (22), Roberto de Jesús Ochoa (27), Carlos Amestoy (29) y Darío Espinosa Herrera (33), permanecen alojados en Unidad Penitenciaria número 6 de Dolores.

Mientras que Aram Kopelián (27), hermano del acusado de apuñalar a Tomás, se encuentra alojado en la Unidad Penitenciaria número 34 de Melchor Romero.

“Acorralaron a la víctima en el pasillo de entrada de la vivienda sita en dicho numeral, y se turnaron para atacarlo a golpes de puntapiés, puños, piedras y botellazos, en la cabeza y en el cuerpo, mientras que a su vez impedían simultáneamente que sus amigos pudieran socorrerlo”, describió el fiscal.