Sucedió frente a una carnicería y el comerciante los acusa de haberla robado, aunque los implicados lo negaron, señalando que pensaron que había sido descartada. En Los Hornos, una empleada se defendió con gas pimienta.
Durante la tarde del viernes un hecho insólito tuvo lugar en la vecina ciudad de Ensenada, donde un comerciante acusó a una familia entera de haberle robado la parrilla que usa en su local, la cual había dejado frente al mismo.
Toda la secuencia quedó filmada por las cámaras de seguridad del negocio. Allí puede verse a un grupo de personas llegar en una camioneta tipo combi de color blanca. Luego de estar unos minutos por el lugar, se dirigen hacia donde está la parrilla, para luego rápidamente subirla entre todos al vehículo.
Cabe mencionar que el hecho sucedió frente a una carnicería ubicada en la zona de 25 de Mayo y Rivadavia de la mencionada ciudad.
Luego los acusados salieron a dar su versión de lo sucedido y desmentir por completo el robo. “¡Pensamos que estaba tirada! En estos días la vamos a devolver, nunca tuvimos la intención de robar nada, no pueden ensuciar así a una familia”, aseguró una de las acusadas al conocerse el video.
“Nosotros trabajamos juntando cartones, hierros y demás cosas para vender, qué vamos a imaginar que esa parrilla no estaba tirada”, continuó.
Siguiendo con su relato y dando su versión de lo sucedido, la mujer agregó: “No tenía cadena, y tenía la pata rota, en el video no se ve pero estuvimos juntando cartón por un buen rato ahí, y nadie salió ni dijo nada. Fue un error, nunca tuvimos la intención de robar nada”.
Gas pimienta en Los Hornos
Otro hecho delictivo fuera de lo común tuvo lugar en la localidad de Los Hornos, donde la empleada de un negocio se defendió de un delincuente arrojándole gas pimienta en el rostro, tras lo cual este terminó detenido.
Según indicaron voceros oficiales a Trama Urbana, el episodio ocurrió en un pet shop ubicado en la zona de 137 y 70. Cuando el negocio estaba a punto de cerrar, se presentó el malviviente, que vestía con campera y hacía la mímica de tener un arma por debajo del abrigo, gritando “Esto es un asalto”.
La empleada del lugar, una mujer de 34 años, roció con gas pimienta al atacante, quien salió rápidamente corriendo del lugar del hecho. La comerciante salió por detrás y justamente pasaba un patrullero, al cual la mujer le narró lo sucedido.
Los agentes entonces lo interceptaron y frenaron la fuga del ladrón. Una vez reducido, fue esposado y trasladado hasta la dependencia de la comisaría Tercera, donde quedará preso en manos de la Justicia. Tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción en turno, que avaló lo actuado.