La Loma, jaqueada por la delincuencia: los robos se repiten a toda hora
Los vecinos están hartos de los constantes asaltos y denuncian zona liberada. Desde hace varios meses, el barrio se convirtió en el epicentro de la ola de inseguridad.
Los coletazos de la brutal entradera en la que un delincuente de 15 años perdió la vida tras recibir un disparo dejaron al descubierto que el barrio La Loma es uno de los epicentros de la creciente ola de inseguridad que azota en nuestra ciudad. Los robos se repiten a diario, sin importar hora y lugar, y los vecinos demostraron su hartazgo ante la falta de patrullajes.
En los últimos cuatro días se registraron al menos cuatro episodios delictivos de distinta magnitud, todos ellos cargados de violencia y en los que no faltaron los tiros. Ante los reiterados asaltos, los frentistas denunciaron que poco a poco un lugar que parecía tranquilo para vivir su fue convirtiendo en una zona liberada y ya no pueden salir de noche.
Uno de los tantos hechos que tuvieron lugar en La Loma en la última semana ocurrió el viernes pasado, cuando dos sujetos armados ingresaron a una vivienda ubicada en la calle 28 entre 47 y 48. Tras algunos minutos de tensión, finalmente se dieron a la fuga con un botín compuesto por dinero en efectivo y demás elementos de valor que hallaron en la finca.
Otro de los episodios de inseguridad sucedió en una propiedad de 28 y 49, cuando durante la noche del sábado, cuatro malvivientes irrumpieron en una casa en la que se encontraba un matrimonio, a quienes a punta de pistola redujeron y maniataron. Mediante amenazas, les exigieron que les entregaran todas sus pertenencias, en una situación totalmente angustiante para las víctimas.
Durante el breve tiempo que estuvieron en el interior de la vivienda, se dedicaron a recorrer cada habitación del lugar buscando cualquier objeto para poder llevárselo. Luego de algunos minutos de terror, los hampones finalmente se alzaron con dinero en efectivo, cuya suma total no fue especificada, joyas, electrodomésticos y otros elementos, para luego darse a la fuga sin ser identificados.
Tiros y muerte
Por otro lado, el último lunes en horas de la mañana, se registró otro salvaje acontecimiento en la zona de las calles 36 entre 29 y 30. Tres individuos que se movilizaban en moto intentaron ingresar a los edificios de los alrededores y como sus intenciones se vieron frustradas, escaparon disparando tiros al aire generando temor entre los vecinos.
Tan grande es el ingenio de los ladrones a la hora de perpetrar asaltos, que en los últimos días se conoció la presencia de una banda de microchorros, un grupo de malvivientes que circula arriba de un colectivo escolar. En la madrugada del sábado se acercaron hasta una vivienda de 28 y 48 y con una escalera de aluminio lograron entrar, sorprendiendo a un matrimonio a quien lo despojaron de diferentes objetos de valor.
El último de los robos registrados fue quizás el más sangriento y culminó con un delincuente muerto tras recibir un disparo. Se trata de la violenta entradera registrada en 49 y 29, lugar al que llegó un joven de tan solo 15 años, armado, quien amenazó a dos niños que se encontraban jugando en la vereda y después ingresó a la finca a las patadas.
Una vez que ganó el interior tras destrozar la puerta, se encontró con dos hombres a quienes les apuntó con la pistola y a pesar de que intentaron tranquilizarlo, apretó el gatillo. Tras esquivar la bala, uno de ellos tomó el arma que tenía y repelió el ataque, impactándole un proyectil al delincuente. Este, herido, huyó de la escena junto a su cómplice y finalmente, fue encontrado muerto a pocas cuadras de allí.