Mataron a una mujer de 31 puñaladas para robarle el celular

Fue sorprendida de madrugada cuando esperaba el micro para ir a trabajar. También le rompieron la cabeza a patadas o botellazos al intentar defenderse con gas pimienta.

Aberrante, indescriptible, brutal: son apenas algunas palabras con las que puede definirse el asesinato de una mujer de 36 años durante la madrugada. Se dirigía a trabajar y fue abordada por al menos tres delincuentes, quienes para robarle le proporcionaron 31 puñaladas, además de varias patadas y botellazos en la cabeza.

Débora Ríos era madre de un nene de 13 años. Con esfuerzo y trabajo se había comprado un terreno tras vivir un tiempo en la calle y en la actualidad estudiaba Psicología.

Tras la operación de autopsia se determinó que la causa de muerte fue por un paro cardiorrespiratorio traumático producto de un severo traumatismo de cráneo en la región temporal derecha; también tenía 31 cortes entre los antebrazos, el tórax, el rostro y los glúteos.

De acuerdo a los expertos, se habrían usado dos armas blancas: un monofilo como un cuchillo y uno punzante, al parecer un destornillador. El golpe en la cabeza habría sido producto de patadas o bien de impactos con una botella de cerveza hallada al costado del cuerpo e incautada para la investigación.

Salvajes

La mujer fue atacada a las 4 de la mañana en la localidad bonaerense de Moreno cuando estaba por tomarse un micro para ir a su puesto de playera de una estación de servicio YPF de Cuartel V, Pacheco, donde debía ingresar a las 6.

Empleando un gas pimienta que llevaba consigo, consciente de los riesgos que corría, intentó defenderse, pero sus agresores fueron más fuertes y la tumbaron, para después someterla a la carnicería ya descripta. El botín del ilícito terminó siendo un celular y una mochila, elementos que antes del cierre de esta edición no habían sido encontrados. Al lado de los restos sin vida, quedó el spray.

Horas más tarde se logró la captura de dos sospechosos, de 20 y 24 años, a uno de los cuales se le incautó un par de zapatillas con sangre. En tanto, en un descampado cercano, los peritos hallaron un pantalón con manchas hemáticas.

Uno de los implicados, que vive enfrente de donde se cometió el asesinato, había posteado poco antes en redes sociales un mensaje para su hermana, que decía: “Sabés que no me voy a portar bien. Otra no queda”.

La causa fue caratulada como “homicidio criminis causa agravado por ensañamiento y alevosía”.

 

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