Otra vez un pitbull: una raza en la mira
En Morón, al menos cinco vecinos resultaron heridos tras ser atacados por un perro de esa raza. En Córdoba, en tanto, un niño de 3 años fue mordido en la cara por la mascota de su tío. Claves para pensar un comportamiento que se repite.
"El perro me vino de frente, me saltó y me mordió el brazo”, relató a la prensa una de las mujeres que fue víctima del ataque de un pitbull en Morón, el último martes. En el hecho intervinieron al menos cuatro vecinos más con la intención de ayudar a la mujer, pero terminaron recibiendo mordidas del animal. La embestida finalizó con la muerte del perro, después de que un policía le disparara en dos ocasiones para frenar su accionar.
De acuerdo al testimonio de los vecinos, el animal estaba en la vereda, sin correa ni bozal, cuando comenzó a atacar a la vecina que caminaba de regreso a su casa. El animal, aseveraron, pertenecería al exconcejal de Nuevo Encuentro y director de la Unidad de Gestión Comunitaria (UGC) número 9 de Morón, Marcelo Ríos. “No era la primera vez que el perro atacaba”, reveló uno de los afectados.
Debido al brutal ataque, las víctimas fueron hospitalizadas. Quien se llevó la peor parte fue la mujer, que recibió 100 puntos de sutura y sufrió una grave lesión en un tendón.
También en Córdoba
La ciudad cordobesa de Marcos Juárez también fue noticia en las últimas horas por el ataque de un pitbull, donde un niño menor de 3 años fue agredido en el rostro y el cuello. El pequeño, que fue trasladado a un hospital de la capital de Córdoba, presentó importantes heridas en el rostro y fue intervenido quirúrgicamente.
Según relató el padre del niño a un medio de esa provincia, el perro pertenecía al tío del pequeño, y ya habían ocurrido situaciones similares. “Cuando sucedió la primera vez, me dijeron que lo habían dado al perro y era mentira. De ese ataque le quedó una cicatriz atrás de la oreja y en la mejilla derecha. No había sido tan grave como ahora”, relató, y añadió: “No entiendo cómo fue que lo siguieron teniendo al perro”.
No hay perros asesinos
Meses atrás, consultado por ese medio acerca de las denominadas “razas peligrosas”, el especialista en comportamiento canino Agustín Correa aseguró que no debería existir tal calificación, porque “es crear un monstruo donde no lo hay. Todo tiene que ver con la crianza que reciba el perro”.
Reconoció, sin embargo, que “hay razas que requieren más dedicación y disciplina y otras que son más dóciles. También influye si fueron alejados de la madre antes de tiempo, necesitan espacio y atención. No hay razas peligrosas, sino perros que pueden ser peligrosos por una mala crianza”.
Si bien es cierto que la raza canina pitbull forma parte de los mundialmente llamados “perros potencialmente peligrosos” (PPP), la comunidad de veterinarios, etólogos y entrenadores de perros considera que eso no implica que de por sí se trate de una raza de perros asesinos, como popularmente se cree.
Los especialistas atribuyen al pitbull características que están lejos de señalarlo como peligroso; se trata de un perro inteligente y cariñoso y, como todo can, necesita educación de sus dueños. Asimismo, al igual que los cachorros de todas las razas, es importante que los pitbulls recién nacidos se queden con la madre hasta los 60 días, y muchas veces el afán de lucrar lleva a los criadores a vender tempranamente a los pequeños. El destete, es decir, dejar de amamantarlo, es muy diferente al desmadre, que es cuando lo separan de la madre. Las dos semanas posteriores al destete, la madre les enseña a sus cachorros cuándo ladrar o morder, comportamientos que contribuyen a que el animal, de adulto, sea mucho más equilibrado.