Sin rastros de los ladrones que se llevaron $100.000 de la casa de un empresario platense

A más de un día del hecho, todavía nada se sabe de los al menos cuatro delincuentes que asaltaron a un acaudalado empresario platense y su mujer, durante la noche del jueves en su casa de Villa Elisa. El gravísimo episodio, informado en exclusiva por este multimedio en la edición de ayer, ocurrió en una casa emplazada en el Camino General Belgrano y 405. Los ladrones se apoderaron de más de $100.000, celulares de alta gama, computadoras, reloj de marca y otros elementos de valor.

Fuentes policiales le contaron a Trama Urbana que analizan las diferentes cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, de las inmediaciones de donde se produjo el incidente. A su vez, tratan de obtener de las víctimas los mayores detalles posibles para dar con los causantes.

En ese sentido, trascendió que los responsables serían de nacionalidad extranjera, “aparentemente peruanos, por la tonada que tenían”, de acuerdo a lo que el damnificado, de 69 años y dueño del salón de fiestas La Enramada, les contó a los pesquisas. Además, peritos de la División Rastros de la Policía Científica se apersonaron al lugar con sus equipos técnicos, con el fin de obtener alguna huella o evidencia de los causantes.

Maniatados y encerrados

Como este multimedio detalló, todo se inició poco antes de las 22 en el inmueble ubicado en las afueras de Villa Elisa. Los malhechores forzaron la puerta principal, con un hierro tipo punzón, y ganaron el interior, donde estaba el empresario junto a su señora, de 70 años.

Los maniataron y los amenazaron con las armas de fuego que empuñaban, exigiéndoles en todo momento la entrega de los bienes y del dinero que, creían, tenían en algún lugar. Si bien algunos voceros indicaron que, para obtener lo que querían, sometieron a una golpiza a los damnificados; otros investigadores lo desmintieron. “Fueron violentos pero de manera verbal”, puntualizó uno.

Tras revolver cada ambiente del lugar, se apoderaron de “más de $100.000 en efectivo, relojes de alta gama, dos iPhone, dos iPad, dos notebooks, joyas de distinto tipo y otros elementos de valor, que fueron apilando para después guardar en el auto en el que llegaron.

Conformes con el botín, encerraron a los perjudicados en el baño de la propiedad, todavía maniatados, y allí los dejaron. Antes de huir con rumbo desconocido, tuvieron la precaución de sustraer también las dos llaves de los vehículos de las víctimas, para que no pudieran moverse del sitio. Así, ellos pudieron ganar tiempo para escapar.

Liberados de sus ataduras, las víctimas hicieron la denuncia y se acercaron agentes de la comisaría Duodécima y detectives de la DDI. Debido a la magnitud del hecho también dijo presente Jorge Omar Figgini, subjefe de la Policía Bonaerense. Se abrió un expediente penal por el delito de “robo doblemente calificado por el empleo de arma de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda”.