Violento robo en 31 y 64: “Dame el celular o te pego un tiro”

Los robos en las calles de nuestra ciudad no frenan su escalada y en las últimas horas se produjeron varios nuevos hechos, por lo que los vecinos volvieron a poner el grito en el cielo ante la creciente inseguridad que se vive en La Plata y a la que nadie puede ponerle un freno.

Por un lado, una joven fue atacada anteanoche cuando, alrededor de las 20, fue sorprendida por dos motochorros en la esquina de 31 y 64, mientras caminaba hacia su casa después de terminar con su jornada de trabajo en el call center de 64 entre 29 y 30. A punta de pistola, los hampones le dijeron: “Dame el celular o te pegamos un tiro”, y ella obedeció rápidamente, entregándoles sus elementos de valor.

Con el botín asegurado, los hampones se perdieron de vista y hasta el cierre de esta edición nada se sabía de ellos.

A muy pocos metros de allí, sobre las calles 29 entre 65 y 66, sujetos desconocidos no tuvieron mejor idea que apoderarse de un neumático de un auto marca Toyota que allí estaba estacionado, durante la madrugada de ayer. Los frentistas denunciaron que se trata de una modalidad que creció en el último tiempo, sobre todo a partir de junio. “La zona está liberada, eso es lo que pasa. Es simple y no hay que darle vueltas al asunto: la Policía trabaja en connivencia con los delincuentes y las víctimas somos nosotros”, se lamentó un residente del barrio.

Tiroteo

Por su parte, dos cacos, uno de ellos domiciliado en Lanús, se metieron ayer a la tarde a un almacén de 13 entre 97 y 98 y encañonaron a los dueños, tratándose de una pareja de policías. Tras sacarles teléfonos y $6.200 en efectivo, huyeron en una moto Corven 110 y, al ser divisados en 15 y 85 por un patrullero tras un llamado al 911, se inició una persecución, de la que también participaron los ­damnificados: un sargento de 26 años de la comisaría Segunda y una oficial de 25, perteneciente a la Novena.

Los malvivientes, al ver a los uniformados que los seguían, abrieron fuego y el conductor perdió la estabilidad del ciclomotor en 12 y 84, cayendo al piso junto a su cómplice. Siguieron escapando a las corridas, mientras le disparaban al sargento. En 15 y 80 ingresaron a una casa y huyeron por los fondos, pero uno de ellos, de 19 años, fue descubierto en una finca de 16 entre 80 y 81 y entre sus prendas se le encontró una pistola 9 milímetros, que había sido robada el 23 de enero de 2020, al igual que el rodado en el que iban. Su compañero, de 17 años, fue apresado en 15 entre 80 y 81.

Ambos fueron trasladados a la comisaría Octava por los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, agravado por la participación de un menor, robo de motovehículo, abuso de arma, tenencia ilegal de arma de guerra y encubrimiento”.