Persecución en las calles de barrio Aeropuerto por un joven delincuente
El ciclomotor en el que iba, una Gilera Smash de 110 cilindradas, tenía pedido de secuestro activo desde el 31 de marzo del año pasado.
A plena luz del día, dos motochorros abordaron a una joven que caminaba por la vereda y la arrastraron por el suelo para arrebatarle su mochila.
17/05/2022 - 00:00hs
Una de las zonas más golpeadas por la ola de inseguridad es el barrio La Loma, y eso quedó de manifiesto en un nuevo episodio delictivo que ocurrió a plena luz del día y que tuvo como víctima a una joven. La chica iba caminando por la vía pública cuando fue abordada por los delincuentes que, para arrebatarle su mochila, la arrastraron por la vereda, y todo ocurrió a pocas cuadras de la comisaría.
El hecho tuvo lugar alrededor de las 15 en las calles 43 entre 16 y 17, por donde la damnificada iba circulando en plena jornada laboral en la que estaba realizando encuestas a los vecinos. De pronto dos motochorros se subieron a la vereda, la sorprendieron y sin mediar palabras uno de ellos le pegó un tirón que la hizo trastabillar.
En ese preciso momento, la mujer le estaba enviando la ubicación en la que se encontraba a sus compañeros de trabajo, cuando uno de los malvivientes se le apareció por delante y amenazándola le exigió que le entregara su celular. Intentando resguardarse, la víctima se fue hacia atrás y el mismo hampón la zamarreó hasta que la hizo caer al piso.
Finalmente, el ladrón se salió con la suya, se alzó con el teléfono de la chica y huyó a toda velocidad en el rodado junto a su cómplice. No contentos con ello, los mismos maleantes intentaron asaltar a otra mujer que estaba a menos de 100 metros de la escena, pero que afortunadamente pudo zafarse de las garras de los delincuentes gracias a sus perros.
Toda la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad instaladas en una vivienda y en las imágenes se puede apreciar el accionar de los motochorros. En cuanto a la víctima, fue asistida enseguida por un vecino que caminaba por allí. Lo curioso del hecho es que sucedió a muy pocas cuadras de la comisaría Cuarta, algo que enfureció a los frentistas de la zona que se sienten desprotegidos.