Entrevista exclusiva

Hugo Varela: humor sin fecha de vencimiento

El cómico nacido en Córdoba se presenta esta noche en el Coliseo Podestá de nuestra ciudad. Habló en exclusiva con diario Hoy y no tiene ninguna duda: “Debería haber un aparato humorístico, es tan necesario para la vida como el digestivo o el respiratorio”

Hugo Varela acaba de cumplir 56 años. Desde que recorría las calles de su Córdoba natal, y años después las de San Francisco en la misma provincia, el humor caminó siempre a su lado. En una distendida charla con este medio repasó toda su carrera artística, que lo llevó a ser uno de los íconos más importantes de la comedia, entre los preferidos del público argentino.

Hacer reír desde siempre

El hombre de la barba frondosa fue en algún momento un niño curioso, fascinado por construir e inventar. Llegó hasta cuarto año de Arquitectura, hasta que se dio cuenta de que tenía un don. 

“Al humor lo venía trabajando, pero internamente, porque no me daba cuenta. Hacía reir a los demás desde que era chico. Después me hice músico, tuve grupos de varios estilos. Me metí en teatro y ahí me empecé a dar cuenta de que el humor empujaba. Por más que estuviera actuando en algo programático, la cosa terminaba en risa, en carcajada. Como que el humor empujaba. A partir de todo eso empecé a escribir algunas canciones y en ese momento, el círculo se cerró y dije: Me quiero dedicar a esto. Largué Arquitectura, las cosas serias a las que tenía que dedicarme, y me mandé”, repasa el artista, y aporta una anécdota de sus primeros años en el mundo de la actuación: “Antes de que me dedicara al humor, participé en una obra que se trataba sobre un secuestro en la dictadura. Pero paradójicamente hacía un personaje tan ridículo que aún en medio del drama terminaba dando risa”.

Con el camino allanado, Hugo supo construir una carrera sólida y también instrumentos caseros que utiliza para sus performances en vivo. Sobre esto recordó: “De chico ya construía cosas, tenía que ver con que me llamaban la atención los hombres orquesta en el circo. Lo artesanal, la fabricación estuvo siempre, y lo de construir instrumentos fue parte de un juego que apareció un poco después”.

La importancia de la carcajada

El intérprete vuelve a nuestra ciudad con su espectáculo La guitarra indomable, show en el que, según el músico, “habrá nuevas canciones y nuevos artefactos sonoros. Además el público se comprometerá y será cómplice”. 

Para él, que hizo de hacer reír tanto un arte como un medio de vida: “El humor es como el aparato digestivo, el respiratorio o el reproductivo. Es necesario. Debería haber un aparato humorístico. Sin dudas”.

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