Entrevista

Luz Orlando Brennan: “Hay una confusión acerca de lo importante que es la industria cinematográfica”

La brillante y conmovedora La estrella que perdí, ópera prima de Luz Orlando Brennan tuvo su estreno en el Buenos Aires Festival Independiente de Cine (BAFICI) antes de su llegada al cine.

La brillante y conmovedora La estrella que perdí, ópera prima de Luz Orlando Brennan, con Mirtha Busnelli y Anita Pauls, tuvo su estreno en el Buenos Aires Festival Independiente de Cine (BAFICI) antes de su llegada al cine, y hablamos con ella para conocer detalles de sus sensaciones al mostrarla.

—¿Sensaciones de estrenar en BAFICI?

—Contradicciones, porque en este momento se está yendo en contra de una industria que está funcionando muy bien a nivel mundial, ni hablar ya de la cultura. Estamos hablando de una generación de técnicos y técnicas que están preparados para este momento, este contexto histórico que está demandando contenido visual. Yo vengo de estrenar la película en Cleveland en Estados Unidos y allá todos los productores te dicen que hay Estados que te devuelven hasta el 70% del IVA. Y hay subsidios aún en Estados Unidos, gestión industrial, y un mercado completamente distinto al nuestro, aun así, reciben subsidios. Entonces, me parece que hay también una especie de confusión acerca de lo importante que es la industria cinematográfica. Y a mí lo que realmente me da muchísima tristeza es que gracias al apoyo e inversión mucha gente que estudió cine, que se preparó, porque no se hace de una sola vez un director de cine, el INCAA se dice que se hacen muchas películas, bueno, pero hay que entrenar a estas personas, no nacen de un repollo los directores. También hay que apostar al cine. Así que sí, se vive con mucha tristeza y al mismo tiempo con mucha alegría, finalmente, también porque es una película que fue pensada también para el público. Cuando las personas te dicen que no le gusta el cine argentino, no sé qué tipo de cine argentino están viendo, porque en Argentina me parece que hay tantos cines argentinos que creo que sí hay una película para alguien, tal vez no está llegando a esa persona. Entonces, me parece que la conversación pasa por otro lado.

—¿Qué tan difícil fue trabajar con madre e hija?

—Era algo que tenía muchas ganas de explorar porque que la película trabaja mucho con el mundo de lo real y la ficción, entonces también me parecía que sumaba una capa más que fuera madre e hija. Como este juego de representación que tiene la película, este juego que me gustaba abrir y por suerte tuve la fortuna que estuvieran Mirtha y Anita en la peli, y tenía ese miedo, era muy cuidadosa con el vínculo. No quería como cargar con mi karma de que pasara algo entre ellas por la película con esa relación. Era como un laboratorio abierto, viste, cuando uno hace un página a página es una cosa, pero después cuando vas a hacer las escenas es otra cosa. Y yo me quedé sorprendida porque realmente esperaba algo distinto o, mejor dicho, estuve más cuidadosa y ellas estaban con mucho deseo de trabajar juntas también.

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