Ocurrió en la puerta del Hospital Rossi
Un vendedor senegalés devolvió una billetera con 20.000 pesos
El hombre la encontró en su lugar de trabajo. El dinero pertenecía a una mujer que sacó un crédito “para pagar deudas”
Aunque el deseo de Ibrahim Fall Ka sigue siendo poder mandar dinero a Senegal para ayudar a su familia, la remuneración que recibe por la bijouterie que vende apenas le alcanza para pagar su comida diaria. Ayer, en la puerta del Hospital Rossi, situado en 37 entre 116 y 117, la billetera con 20.000 pesos que encontró podría haber sido una excelente opción para costear algunas de sus tantas necesidades. Con una extrema nobleza, y lejos de la “viveza criolla”, el joven africano decidió esperar en su puesto a la dueña del dinero para devolvérselo.
“La señora estaba muy contenta, me felicitó. Yo el dinero me lo gano trabajando, no quiero plata que no me pertenezca”, aseguró Ibrahim a este diario, en su humilde español.
Según contó Ariel Sánchez, un canillita que trabaja en la puerta del nosocomio y que es amigo de Ibrahim, “la chica, que es trabajadora del hospital, había sacado un crédito para pagar unas deudas. Se distrajo en el puesto de Ibrahim y se dejó la billetera. Él la reconoció por una foto y la esperó hasta que saliera de trabajar”. Además, comentó que la mujer ya había notado la pérdida y estaba desesperada.
En las inmediaciones del hospital todos conocen la historia de Ibrahim. Dicen que es muy alegre, que se la pasa cantando, y que suele escribir sus vivencias en una especie de diario íntimo que siempre lleva consigo.
Su amigo canillita dijo que todos lo quieren “mucho”: “Las enfermeras le dan el desayuno y a veces algún almuerzo. Cuando llegó, no tenía calzado ni colchón para dormir. Es más, hasta hace poco se turnaban con los que vive, porque las camas no alcanzaban”, afirmó.
Su lugar natal, Senegal, es un país de mayoría musulmana, cuya población se estima en 13 millones de personas. El clima es tropical y se divide en dos estaciones, una seca y otra lluviosa. Actualmente, se encuentra en una crisis social y económica: hay unos 50.000 niños que mendigan en las calles, sobre todo en su capital, Dakar. Muchos proceden de pueblos del interior o países vecinos, enviados por sus padres a la ciudad para estudiar en escuelas coránicas, en las que les obligan a pedir dinero por las calles.
Muy joven, con apenas 19 años, Ibrahim arribó a nuestro país en 2015, después de un largo viaje en barco que duró alrededor de tres meses. Antes de llegar a La Plata, pasó por varios países, entre los que se incluyen España, Ecuador, Perú y Brasil. “Me vine por los problemas económicos y políticos que hay en Senegal. Un amigo que vivía acá me dijo que este era un lugar tranquilo. Y acá estoy”, concluyó Ibrahim.