Alimentos: se esperan fuertes incrementos para 2017

Lejos de las estimaciones del Gobierno nacional, especialistas consultados por este medio advierten sobre la suba de precios prevista para este año. Además, una nueva medida del Gobierno podría generar un aumento en el valor del pan. Alertan por la situación nutricional de los argentinos


Por más que el Presidente Mauricio Macri le pida “alegría” a su ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, y aunque quiera convencer a todos los argentinos de la famosa “revolución”, los indicadores de inflación de finales de 2016 y los números de distintos organismos publicados en el primer mes de 2017 son cada vez más preocupantes.

En medio del conjunto de malas noticias conocidas en la últimas semanas, ayer se informó por medio del Boletín Oficial que el Gobierno derogó tres resoluciones, dispuestas durante el kirchnerismo, que regulaban el abastecimiento del trigo, mediante las cuales se buscaba contener el precio del pan. 

Lo más preocupante de la medida es que se deja sin efecto la resolución 67, dictada en julio de 2013, que establecía la obligación de los distintos sectores del proceso productivo del pan de “ejecutar las acciones comerciales tendientes a proveer adecuadamente al mercado interno”. Con esta acción, impulsada por el secretario de Comercio, Miguel Braun, se abre la puerta para que se dispare el precio de este producto y que el alimento básico por excelencia empiece a escasear en la mesa de los argentinos. 

Un año difícil para los bolsillos 

La última medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), correspondiente al segundo trimestre de 2016 de la Encuesta Permanente de Hogares, marcó una ampliación de la brecha de desigualdad respecto al primer trimestre, constatando un descenso del poder adquisitivo de los más vulnerables y un incremento de los ingresos de las franjas más ricas. 

Al mismo tiempo que indicó que se estiró la diferencia entre los sectores de mayores y menores ingresos (una diferencia de 2.500% entre el salario promedio de unos y otros), el organismo oficial informó que la mitad de los argentinos se ven obligados a vivir con menos de 8.000 pesos por mes. 

En ese contexto, el Índice de Precios al Consumidor sigue subiendo, cerrando el año con un nivel de inflación superior al 40% (la más alta desde el comienzo de la convertibilidad en 1990). Desde el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) afirmaron en su último informe, del 6 de enero, que “las consecuencias de este deterioro de los ingresos no son neutras ni gratuitas para los sectores más pobres” y alertaron sobre “una grave situación nutricional que abarca a casi un millón de personas en el Conurbano bonaerense”. 

A la par de estas consideraciones, la organización Consumidores Libres, cuyo titular es Héctor Polino, informó que los 38 productos relevados durante 2016 registraron aumentos, entre ellos alimentos esenciales como la harina, el aceite y la polenta; los cuales, ante los incrementos registrados en el precio de la carne, subieron mucho como consecuencia del mayor consumo y de la típica avivada de los remarcadores de precios. 

El último dato que se conoció esta semana es que, a lo largo de 2016, el consumo de carne experimentó una caída interanual del 3,2%, es decir, decreció a 57 kilos per cápita, su nivel más bajo en cinco años, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). 

Estos datos reflejan una crisis que parece no tener freno y también revelan un cambio de hábito en el consumo de los argentinos, quienes experimentan un retroceso tanto en la variedad como en la calidad de los alimentos. Diario Hoy dialogó con representantes de los consumidores sobre este preocupante presente, sus causas y las previsiones para el primer semestre de 2017.

La tortura de concurrir a los supermercados

Isaac Rudnik, director del Isepci y coordinador del Índice Barrial de Precios, explicó que “los aumentos a lo largo de 2016 tuvieron dos momentos: el primero, durante el primer semestre, cuando lideraban las subas de la carne y de las verduras. El segundo, cuando se incrementaron los productos de almacén y, entre ellos, los de alta concentración”. 

Por su parte, el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, sostuvo que “hubo un desborde en el aumento de precios de todos los artículos, pero especialmente los de la canasta básica de alimentos. Esto es consecuencia de la devaluación del peso, de la eliminación por deducción de retenciones a productos agropecuarios y por razones especulativas”.

En tanto, Osvaldo Riopedre, abogado de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), afirmó que “es necesario que el Gobierno intervenga, no puede dejar al libre albedrío que sean los empresarios los que decidan sobre los productos que consumimos los argentinos”. 

Números que reflejan la crisis

2.500% es la diferencia entre el ingreso promedio mensual del decil más rico y el decil más pobre de los asalariados (25 veces)

50% de la población vive con menos de $8.000 pesos por mes

40% fue la inflaciónde 2016 (la más alta en 25 años)

20% a 25% sería el aumento de precios para este año

175% se incrementó el aceite, además de otros artículos esenciales, como la polenta (88%) y la harina (31%)

3,2% bajó el consumo de carne vacuna (el nivel más bajo en 5 años)

57 kg per cápita fue el consumo de carne bovina. Por primera vez en la hisoria, se compró más cerdo y pollo que carne vacuna

40% de los hogares del GBA recurren al agua de pozo para consumo diario

50% de esa población saltea una de las cuatro comidas diarias

Alerta nutricional

El último informe elaborado por el Isepci sobre 2.000 hogares de barrios de bajos recursos de los 33 distritos que conforman el Conurbano bonaerense señala entre sus datos que “un 40% de los hogares no cuenta con agua de red, y se ven obligados a recurrir al agua de pozo para el consumo diario”, incorporando los altos niveles de contaminación que contienen las napas subterráneas. 

Otro dato preocupante es que el 57% de los adultos y el 52% de los menores saltean alguna de las 4 comidas diarias. “Esto demuestra que no hacer alguna de las comidas es más bien un hábito común al hogar en su totalidad y que no hay mayores diferencias entre adultos o niños”, afirma el informe.

En otro pasaje del documento se resalta que “la mayor parte de los hogares tuvieron que restringir en el último año su consumo habitual en alimentos de primera necesidad: un 87% de los entrevistados declara que en 2016 tuvo que reducir total o parcialmente su consumo de carne, un 72% dijo que tuvo que reducir total o parcialmente el consumo de lácteos y un 70%, el consumo de frutas o verduras”.

Isaac Rudnik, uno de los responsables de este informe, agregó además que “en los sectores populares, en el caso del pollo, se consume principalmente alita. En el caso de la carne bovina, hay cuatro productos que abarcan el 75% de los cortes de carne vacuna que más se consumen que son puchero, osobuco, espinazo y carne picada, mientras que otros cortes más sustanciosos, como bola de lomo por ejemplo, tienen un consumo mínimo”. 

“En los sucesivos relevamientos que realizamos entre niños y adolescentes de 0 a 19 años, dos veces por año, comprobamos un continuo deterioro de la situación nutricional”, concluye del documento. 

En la misma línea, Claudio Boada, titular de la Unión de Usuarios y Consumidores, dijo que la pérdida del poder adquisitivo “repercute en la alimentación de todos los días y en la calidad, porque en medio de todo esto aparecen productos de muy mala calidad”. “Esto incide fuertemente en la nutrición, repercute en la salud general de la población”, agregó. 

Y ampliando más la mirada consideró importante señalar que “también se prescinde de productos culturales, educativos, productos que hacen al esparcimiento”. “No estamos hablando solo de alimentos y bebidas, sino también de otro tipo de productos: de poder ir a un club con los hijos, de practicar un deporte, de poder comprar un libro, esas cosas se han visto muy limitadas”, argumentó Boada.

Un futuro con más aumentos

Desde el Gobierno nacional estimaron para este 2017 un incremento de los precios del 17%, sin embargo en los últimos días diferentes evaluaciones hablan de una expectativa de inflación para este año de entre 20 y 25%. Las subas previstas en algunos rubros básicos de la economía no muestran un escenario donde los valores de los alimentos vayan a detenerse. 

“Sin dudas los aumentos en los combustibles, en el gas y en la energía eléctrica modifican la estructura de costos y se trasladan indefectiblemente a los precios de los productos. Y lo que es peor, no siempre en la misma proporción, sino a veces en una escala aún mayor”, aseguró Héctor Polino.

Por otro lado, Claudio Boada indicó que “las expectativas no las vemos bien, entre los representantes de algunas asociaciones especulábamos que ante un año electoral iba a bajar la brutalidad del ajuste, que se iban a ver algunas ventajas para los sectores más vulnerables”. “La realidad es que se prevén aumentos de celulares, de luz, de agua, de gas, de naftas. Me parece que este va a ser un año más duro que el 2016”, subrayó.

En la misma línea se expresó Osvaldo Riopedre, quien afirmó que ve “un futuro negro” debido a “los aumentos que se vienen, como en las prepagas, las naftas que se implementaron esta semana, los incrementos estacionales, como el verano y las vacaciones, los que se vienen con el comienzo de clases a partir de fines de febrero y comienzos de marzo, los remedios que siguen subiendo sin cesar, el haber acabado con los reintegros en el 5% del IVA a las compras con tarjetas de débito y los tarifazos en los servicios públicos que ya fueron anunciados por el ministro Aranguren”.

Subas que impactarán en la economía familiar

*Servicios públicos: se esperan aumentos de entre el 22% y el 70% en la tarifa de luz, de hasta el 60% en la de gas y del 25% en la de agua

*Medicina prepaga: el Ministerio de Salud autorizó un incremento de hasta el 6% 

*Monotributo: subió un 57% la cuota mensual

*Alquileres: se estima un aumento mínimo del 25%

*Compras con débito: se eliminó la devolución del 5% del IVA

*Expensas: se espera una suba del 9% en el inicio del año

*Impuestos provinciales: el nuevo esquema proyecta aumentos promedio del 36%

*Combustibles: aumentaron un 8% y se aguardan tres ajustes más en el año

*Peajes: en el ingreso y egreso a Capital Federal se pagará hasta un 120% más. En el caso de las motos, el incremento sería de hasta un 400%

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