Jaime es Néstor y Cristina

Preso y abandonado a su suerte, el exsecretario de Transporte del kirchnerismo involucró ante la Justicia a sus jefes políticos por la millonaria estafa al Estado en la compra de trenes a España y Portugal por más de 100 millones de euros. “Cumplí directivas”, dijo

Sabido es que la corrupción mata. Y lamentablemente la justicia argentina actúa de acuerdo a los momentos políticos, y por eso, a pesar de las contundentes evidencias tuvo que pasar la tragedia de Once, con 51 muertos, para que los magistrados comiencen a tomar en serio las denuncias contra el kirchnerismo y los dirigentes que condujeron la política ferroviaria de manera escandalosa. Y recién ahora, con el cambio de gobierno, sí avanzar sobre pedidos de detenciones.

Preso y sin respaldo, el exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, puso en palabras ayer ante la Justicia  lo que todo el mundo sabía: que en la compra de trenes a España y Portugal cumplió "directivas" de los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner.

"Cumplí directivas del Poder Ejecutivo, primero de Néstor Kirchner y después de Cristina Kirchner", resaltó el exfuncionario, en el marco de su declaración ante el juez Julián Ercolini.

Jaime, incluso, enfatizó que tras volver de España e informar al gobierno kirchnerista sobre el estado de los trenes, recibió "expresas instrucciones" de avanzar en la compra.

Hoy, doble declaración

Como se recordará, Jaime se encuentra detenido desde el sábado en el marco de una causa en la que se investigan irregularidades en la compra de trenes a España y Portugal y, permanecerá en la sede de Gendarmería hasta hoy, tal como él solicitó, ya que tiene que volver a presentarse ante la Justicia.

Durante dos horas, el exfuncionario detenido involucró a sus jefes políticos, incluso al exministro de Planificación, Julio De Vido (ver nota aparte), como eslabones claves en  las escandalosas contrataciones que llevaron al Estado argentino a malgastar más de 100 millones de euros, entre 2004 y 2009, en la compra de formaciones ferroviarias obsoletas.

La causa investiga el pago de comisiones para la compra de trenes usados a España y Portugal: el magistrado sostuvo en su escrito que "los fondos abonados por el material rodante adquirido eran de desproporción exorbitante en relación a su calidad y funcionalidad real", lo que "hace presumir que grandes sumas de dinero fueron sustraídas de la esfera de la administración pública por los funcionarios a quienes fueron confiadas".

Jaime fue indagado por malversación de caudales públicos, un delito que prevé hasta diez años de prisión y ahora el juez decidirá si lo procesa o no.
En tanto, el exfuncionario quedó detenido en Comodoro Py, por pedido de la defensa, pues hoy tiene que regresar para afrontar dos indagatorias: una a las 8 ante el juez Sebastián Ramos, por no haber llamado a licitación ferroviaria durante los seis años a su cargo, y otra ante el juez Sebastián Casanello por presunto enriquecimiento ilícito.

Despouy: “No sirvió ni para chatarra”

El extitular de la Auditoría General de Gobierno, Leandro Despouy, señaló que “en el contexto de un tratado interestatal entre Argentina, España y Portugal, se ejecutó un contrato con muchas irregularidades. Hubo una compra de un material inutilizable, que el Estado no tuvo intención de comprobar, pagó un precio superior a lo que pretendía la empresa española y además se probó un mecanismo de pago de comisiones que hizo que los 100 millones de euros que se pagaron en este contrato manifiestamente ilegal, no tuvieran ningún beneficio para el país. Ni siquiera sirvió como chatarra. Lo peor es que el material fue estacionado en playas del interior del país y después fueron vandalizadas, incendiadas, para evitar que se note el estado en que llegó al país”.

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