La canasta básica subió 48% en el año

Jubilados, en aprietos por la inflación

La canasta básica, para este sector, creció en lo que va del año un 48%, casi 10 puntos porcentuales por encima de la inflación real. Los medicamentos son los productos que más subieron. Un retroceso social que avanza y perjudica la vida de los adultos mayores

La recesión que no se detiene y el delicado equilibrio económico que existe en nuestro país han llevado a que los adultos mayores se encuentren pasando por un momento muy complicado, en el que los escasos $5.561 que reciben de haber mínimo poco alcanzan para sobrellevar los pesados avatares de la realidad.

De acuerdo a informes realizados pordiferentes organismos de defensa del consumidor, la canasta básica para los jubilados ha aumentado en lo que va de 2016 un 48%, casi diez puntos porcentuales por encima de la inflación real, lo que convierte en una misión imposible para la clase pasiva llegar a fin de mes.

Algunos datos resultan llamativos, por ejemplo: los alimentos que consumen han subido un 53% en los primeros diez meses del año, también la vestimenta y la recreación se han incrementado en un 46%. Pero, sin duda, uno de los aspectos que más ensombrece su vida cotidiana es comprar los medicamentos que necesitan, ya que, según diversos estudios, han acrecentado su valor en un 81%, 25% más en comparación con el resto de la población.

Teniendo en cuenta que un 60% de los adultos mayores reciben un haber mínimo insuficiente, la ayuda de los familiares se ha vuelto sustancial para ellos, ya que, de no ser así, el 68% no podría subsistir. A eso se le suma que el 50% reside en hogares con problemas en los servicios, lo que lleva sus vidas a un colapso interminable.

Esta situación ha provocado depresión y malestares psicológicos en este sector: dos de cada cinco jubilados han confesado a los profesionales que los atienden haber padecido episodios de decaimiento y postración, debido a que las necesidades económicas, en vez de disminuir, no hacen más que aumentar.

Deterioro sin fin

La crisis económica ha llevado a que el acostumbramiento a este tipo de hechos influya en la vida de los pensionados. La constante reducción en el poder adquisitivo degrada a quienes, en base a una vida de esfuerzo, forjaron los destinos del país.

En diálogo con este medio, el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, señaló: “La situación que se encuentran atravesando los jubilados es muy seria. Han perdido de 10 a 15 puntos su poder adquisitivo en lo que va del año, por eso venimos planteando la necesidad de recomponer los haberes en forma inmediata, y llevarlos a los niveles del  salario mínimo vital y móvil, que va a estar en $8.080 en el mes de enero”. Para el funcionario público, “en la última medición que nosotros hicimos, la canasta básica para un jubilado daba $13.200, casi duplicando la jubilación mínima. Todo esto hace que se vaya deteriorando la calidad de vida de la clase pasiva en nuestro país”.

“Hay que centrarse en que esta es una situación que este sector viene padeciendo en forma histórica. Cada vez es mayor su degradación, en términos de las posibilidades de mantener una calidad de vida digna. Si no se cambia rápido, las consecuencias serán drásticas”, resaltó Semino.

La imposibilidad de poder comprar lo mínimamente indispensable para una existencia digna lleva a que los más de seis millones de jubilados del país estén al borde del colapso, al límite de su subsistencia.

Datos esclarecedores

La grave situación que se encuentran atravesando los adultos mayores puede verse también en que dos de cada diez sufren deficiencias alimentarias, lo cual genera un deterioro considerable en su promedio de vida y fallecimientos tempranos, totalmente evitables si pudieran comer y alimentarse como se debe.

El contexto de crisis que se vive ha llevado también a que el sistema de salud pública sea el único instrumento para los más viejos. Es común observar en los hospitales que dependen del Estado largas colas de jubilados que esperan horas un turno para atenderse.  A eso se le suma que casi el 45% de las personas mayores habitan en viviendas no aptas para su edad, en las que no se incluyen equipamientos y provisiones de los servicios públicos, una seguridad jurídica de la tenencia y un entorno próximo saludable. Contexto demoledor, que oscurece el futuro de quienes han cuidado la vida de dos generaciones.

El PAMI, bajo la lupa

Uno de los graves problemas que el Gobierno de Cambiemos todavía no ha podido modificar ha sido, sin duda, el PAMI. El instituto público se encuentra muy complicado en cuanto a la provisión de insumos, ya que las prótesis o ayudas externas, como sillas de ruedas y camas ortopédicas, no se están entregando o se hacen con mucho retraso, incluso con meses de espera.

Hasta hace unas semanas atrás, los adultos mayores tenían inconvenientes con la provisión de pañales, a lo que habría que sumarle la crisis que está viviendo el sistema de salud en general, que debería proveer de camas e internaciones, tanto de agudos como crónicos, al PAMI.

Incluso, hay clínicas y hospitales que no tienen camas de geriatría, donde directamente no hay disponibilidad; en agudos, están los pacientes haciendo recorridos arriba de una ambulancia, tratando de conseguir una cama de internación. Respecto a la salud mental, la situación es aún mucho más complicada.

Cifras del desgaste en los haberes

- 6.000.000 de jubilados hay en la Argentina.

- $ 13.200 es el precio de la canasta alimentaria para los más grandes.

- $ 5.561 de haber mínimo cobra el 60% de los adultos mayores.

- 81% subió el valor de los remedios para la clase pasiva.

- 68% no podría sobrevivir sin la ayuda de sus familiares.

- 53% aumentaron los alimentos para los adultos.

- 50% de las personas mayores reside en hogares con problemas en los servicios básicos.

- 48% de aumento tuvieron los productos esenciales en lo que va del año.

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