Mariano Bruera: “Vamos a tomar una acción desde lo político-judicial”

Así lo afirmó el hermano del exintendente de La Plata en la redacción de Hoy. Dijo que analiza iniciarles un jury a la jueza y a los camaristas que habían dispuesto su detención, anulada por el Tribunal de Casación. Se defendió de las acusaciones y desafió: “Quiero que me juzguen”

Menos de 24 horas después de ser liberado, Mariano Bruera, hermano del exintendente de La Plata, ayer estuvo en la redacción de Hoy y no solo se defendió de las acusaciones. Anticipó que, junto con sus abogados, emprenderán una ofensiva político-judicial contra los responsables de la orden de detención en su contra, que fue anulada el jueves pasado por el Tribunal de Casación Bonaerense.

Cabe destacar que la detención había sido ordenada por la jueza Marcela Garmendia, madre del actual subsecretario de gobierno municipal (Juan Manuel Martínez Garmendia), y tuvo el aval de la Cámara de Apelaciones platense que preside Raúl Delbés, suegro del concejal José Ramón Arteaga (Frente Renovador).

—¿Estás pensado en impulsar un jury contra la jueza de primera instancia y contra los integrantes de la Cámara de Apelaciones?

—Empezamos a discutir qué hacer, no está del todo claro. Lo seguro es que vamos a tomar una acción desde lo político-judicial. Lo estamos discutiendo con nuestros abogados. Pero la acción va a realizarse. Estamos analizando si nos conviene el ofrecimiento de hacer un juicio político que nos hicieron un senador y un diputado. Aún no está decidido, y en los próximos días los vamos a transmitir a la prensa. 

—¿Tenés temor de que la jueza tome alguna otra medida que te afecte?

—No. Hay que hacer una salvedad. El titular de la causa es el Dr. Raele. Como Raele está en feria, la Dra. Garmendia tomó ese caso y ahora lo tendrá que devolver inmediatamente. Y más después del fallo de Casación. En esta causa aporté un montón de testigos que aún no fueron citados a declarar. Y al denunciante ni siquiera lo co­nozco, no sé quién es, nunca lo vi físicamente.

—¿Qué fue lo más duro de estar preso?

—Lo más difícil es que mi hija de 12 años está atravesando un cuadro de salud muy feo. Tiene un herpes que arrastra desde hace tiempo y la inmunodepresión, por esta situación de estrés, derivó en una parálisis facial severa. No ocluye el ojo, arrastra la boca. Estoy intentando volver a la rutina. Pero toda esta situación le puede generar secuelas a mi hija. Cuando salí de la alcaldía y me comunicaron sobre la parálisis facial, no solo me cayó un balde de agua fría, fue como si me hubiesen caído la Cataratas del Iguazú en los ojos…

—¿Qué análisis hacés de todo lo sucedido?

—Soy un tipo de perfil bajo, siempre entendí que mi rol tendía que ser el de trabajar y no el de hablar. Para hablar había otra gente que lo hacía mejor que yo en mi espacio político. Pero hoy estoy acá, creo que me mantuve mucho tiempo en reserva, y llegó el momento de salir a hablar después de este ataque violento que me marcó la vida, y la de mi familia. Dieron la orden de detención el día del cumpleaños de mi madre, quien habría cumplido 72 años, y me dieron la libertad el día que mi madre murió, hace cuatro años. Mis padres se separaron cuando tenía 4 años, y mi vieja representó mucho para nosotros, para nuestra educación, nuestra forma de vivir.

—¿Te metieron preso a vos para atacar a tus hermanos?

—Pertenezco a un espacio político muy grande, que no incluye solo a mis hermanos. Lo que pasó no fue casualidad: no puedo dejar de soslayar que la jueza que me dictó la prisión es la mamá de un funcionario del gobierno municipal actual. Y no puedo dejar de citar que el suegro del concejal José Ramón Arteaga me dictó la prisión el 31 de diciembre a las 3 de la tarde. Toda la causa ocurrió en 15 días. Yo nunca en mi vida había estado detenido. Definitivamente todo lo ocurrido tiene que ver con una cuestión política. Yo respeto todas las opiniones, pero vivir en democracia indica que en política las diferencias con una persona se tienen que dirimir en elecciones. Pueden decir que nosotros nos equivocamos o que gobernamos mal, pero de ahí a meternos en  la cárcel el 31 de diciembre…

—¿Te desilusionó Arteaga, teniendo en cuenta que como concejal acompañó muchas medidas del gobierno de tu hermano?

—Sí, mucho. No solamente acompañó en votaciones en el Concejo, sino que formamos parte de un mismo espacio político en la agrupación Liberación Nacional que presidía Luis Lugones.

—¿Te pasó por la cabeza que te podía pasar algo así cuando comenzaste con la política?

—Mi familia respiró política desde que tengo uso de razón. Recuerdo cuando se llevaron a mi tío de la casa de mi abuela encapuchado durante la dictadura. Fue tremendo. Y pensé que nunca más iba a vivir una situación semejante. Cuando fuimos el oficialismo en la ciudad, nunca se persiguió ni se metió en cana a ningún opositor. Podemos haber ganado o perdido elecciones, y con quienes eran opositores hasta cruzamos algunas palabras fuertes, pero no pasó de eso. La realidad es que hubo sectores que se tendrían que haber excusado en la causa y hubo una intencionalidad muy poco disimulada.

—¿Por qué te decidiste a hablar?

—Uno tiene que salir a hablar, porque si no parece un zonzo. Yo no tengo nada que ver con lo que me denuncian, y quiero que me juzguen. Estoy muy tranquilo respecto a lo que hice y la causa está muy traída de los pelos. ¿Y por qué hicieron esto? Porque el Gobierno no está dando respuestas de lo que habían prometido: la inflación aumenta, la desocupación no para de crecer y los pocos programas que había en la ciudad, que eran buenos para la gente, empezaron a de­saparecer. Hay un gobierno que necesita generar situaciones como la que padecí para tapar todo lo que se está viviendo.

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