Más de la mitad de los presos, sin condena firme

Un informe del Ministerio de Justicia de la Nación señaló que el 51% de los detenidos en cárceles federales son reclusos con procesos abiertos. Una realidad que aumenta y preocupa

a desidia en materia carcelaria que viene sosteniendo la Argentina hace varias décadas ha llevado a una situación cargada de precariedad al interior del Servicio Penitenciario Federal (SPF), con prisiones que se vienen abajo que llevan a estas instituciones a convertirse en verdaderas “universidades del delito”, lo que impide que cumplan con su objetivo esencial: reinsertar a los detenidos en la sociedad.

Un informe realizado por el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (Sneep), que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Justicia, señala como dato revelador y preocupante que cinco de cada diez presos que se encuentran alojados en unidades penales del SPF no tienen condena firme.

Según relata el organismo público, en nuestro país el 51% de las personas privadas de su libertad, y que pasan sus días en centros carcelarios federales, no poseen un proceso confirmado por la Justicia, mostrando la debilidad de un sistema que castiga a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Hay otro aspecto interesante y destacado del trabajo del Sneep: poco más del 60% de aquellos presos que tienen una condena firme por parte de la Justicia cuentan sobre sus espaldas con sentencias que imponen una pena que va de los tres a los nueve años.

Datos elocuentes

Acentuando una tendencia que viene de hace años, los principales delitos imputados a los detenidos fueron robos y tentativas de robos, seguido por homicidios dolosos, infracción a la ley de estupefacientes (23.737) y violaciones.

Otros apuntes del informe sirven para reflejar que la población penitenciaria en diciembre de 2015 alcanzaba a 72.693 personas, lo que lleva a un promedio de 168 cada 100.000 habitantes. Además, en nuestro país hay 285 unidades de detención, siendo las jurisdicciones que más cárceles tienen el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), con 54 y el SPF, con 33 unidades. 

A su vez, el 96% de la población carcelaria es de sexo masculino y, además, son personas con un precario nivel de escolarización. El 62% de los varones, según el informe, tenía menos de 35 años; el 94% era de nacionalidad argentia, y el 72% apenas tenía estudios primarios o inferiores al momento de ingresar al establecimiento.

Es de destacar que entre las unidades donde se alojan a mujeres se contabilizaron 140 casos de madres que viven con sus hijos dentro del penal, lo que refleja una cifra algo menor a la registrada en 2014, cuando había 162 casos.

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