Sugerencia del Observatorio de Movilidad, dependiente de Arquitectura
Proponen alternativas para evitar la congestión vehicular
El Observatorio de Movilidad, dependiente de la Facultad de Arquitectura, advirtió sobre los riesgos de avanzar en un Código Urbanístico sin contemplar a los ciudadanos. La descentralización de las actividades públicas y administrativas, la clave para el desarrollo
Uno de los grandes problemas que está teniendo la ciudad, a partir del desordenado crecimiento urbano que ha tenido desde hace algunas décadas, es la permanente congestión vehicular generada en el Casco Urbano, acompañada de un deficiente transporte público y un aumento constante de los accidentes de tránsito.
Justamente, la falta de un plan de movilidad dentro de los debates y propuestas que viene generando el Municipio en torno a la posibilidad de reformar el Código de Ordenamiento Urbano fue uno de los puntos que le criticaron especialistas, en el marco de la serie de charlas que se vienen desarrollando en el Colegio de Arquitectos desde hace dos meses.
En el último de estos encuentros se realizó un diagnóstico de la situación y se desarrollaron una serie de propuestas a partir de la exposición realizada por el Observatorio de Movilidad del Gran La Plata, espacio perteneciente al Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
“La movilidad suele quedar como una cuestión sectorial en la planificación urbana. Nosotros intentamos transmitir cuán ligada está una cosa con otra”, explicó a diario Hoy Laura Aon, arquitecta y directora del Observatorio. En ese sentido, remarcó: “En muchas ciudades de la Argentina ha pasado en los últimos años que la periferia crece sin organización. Los planes Procrear, el desarrollo de countries y los planes federales de viviendas de 2004 crecieron en lugares que no son conceptualmente urbanos. Porque no hay infraestructuras, no hay actividades residenciales, terminan siendo periferias dormitorio”.
De las alrededor de 687.000 personas que viven en todo el territorio de la ciudad de La Plata, según cifras de la Dirección Provincial de Estadísticas, desde el Observatorio afirman que solo 200.000 residen en el Casco Urbano, mientras que las restantes 487.000 lo hacen en la periferia, lugar que tiende a seguir creciendo. “De estas personas, hay casi un 80% que viaja todos los días al centro de la ciudad. Esto tiene un impacto muy fuerte en la movilidad”, afirmó Aon.
A pesar del crecimiento urbano en las afueras del casco, la centralización de las actividades administrativas, educativas, culturales y los servicios de salud siguen estando mayormente en la zona céntrica. “Esto termina impactando en el transporte público, porque con periferias muy lejanas en las que tampoco hay una dosificación continua, porque hay grandes vacíos, es muy difícil hacer económicamente sustentable para las empresas transportistas el desarrollo del transporte público”, señaló la especialista.
En esa línea, afirmó que terminan quedando sujetas al aporte del Estado. “El problema es que los subsidios al transporte a escala local en las líneas municipales es muy bajo. Por eso en este tipo de ciudades no es negocio una empresa de transporte público”, concluyó.
Alta tasa de motorización
Periferias superpobladas que necesitan viajar diariamente al centro, sumado a un transporte público deficiente, producen una dependencia mayor de los automóviles, todos viajando hacia el mismo lugar.
Según los datos del Observatorio, la tasa de motorización en La Plata en 1994 era de un auto cada 7,5 habitantes. En la actualidad es de un coche cada 1,8 personas, a lo que hay que sumarle el crecimiento poblacional que tuvo la ciudad en esos años para tener una dimensión de lo que esto implica.
“Entonces, la congestión perjudica al transporte público, porque se dan tiempos de viaje más largos; afecta a los usuarios de autos, porque tienen esperas y no encuentran estacionamientos, y contamina el medio ambiente. Todo se vuelve crítico”, concluyó Aon.
Datos de una problemática que se profundiza
- 687.000 personas viven en La Plata: 200.000 en el Casco Urbano y 487.000 en la periferia, de los cuales el 80% viaja diariamente al centro
- Accidentes: en La Plata hay una víctima fatal en siniestros viales cada 6.831 personas. Es la tasa más alta del país
- El Casco Urbano concentra la mayor cantidad de actividades administrativas, educativas, sanitarias, culturales y sociales
- Tasa de motorización: en 1994 había un auto cada 7,5 habitantes; en 2017 hay uno cada 1,8 habitantes
- Las inmobiliarias privilegian la construcción de edificios con monoambientes o departamentos de un dormitorio, desplazando las viviendas familiares hacia la periferia
El riesgo del aumento de accidentes viales
Si bien no es la única causa, la proliferación de automóviles y la congestión vehicular influyen en el aumento constante de los accidentes de tránsito en la ciudad. No es casualidad que, según el relevamiento de la ONG Corazones Azules, La Plata sea la ciudad con más muertes por siniestros viales del país en relación con su población.
Esta organización informó en julio que, según cifras oficiales, en 2016 hubo 95 fallecidos sobre una población que el Censo 2010 ubica en 649.000 habitantes, lo que implica una muerte cada 6.831 personas. Para comparar, en la ciudad de Buenos Aires, en el mismo período hubo 109 muertes, en 2.890.000 habitantes, uno cada 26.513.
Propuestas de corto y largo plazo
Desde el Observatorio de Movilidad del Gran La Plata afirman que la clave para generar un desarrollo urbano que contemple soluciones al problema del tránsito es “bajar la demanda de movilidad para que no tenga que venir todo el mundo a resolver las cuestiones de salud, educación o trámites en el casco céntrico”.
“Para esto, como propuesta de mediano o largo plazo, hay que desarrollar centralidades nuevas en la periferia, lo que implica descentralizar lo que hoy está anclado en el Casco Urbano, lo cual demanda inversión. No se puede resolver la movilidad si no se están buscando recursos para invertir, y para estudiar a dónde hay que invertir”, afirmó la arquitecta Laura Aon.
A su vez, en el corto plazo, como medida urgente, se refirió a la necesidad de implementar “carriles exclusivos para el transporte público, porque la demanda de viajes al centro es una realidad y hay que resolverla. Hay que procurar que la mayor cantidad de gente pueda venir en transporte masivo”.
En ese sentido, destacó que “si bien es algo que se ha empezado a probar, no hay todavía una mirada sistémica de la ciudad, tampoco un conocimiento de los flujos principales de la población, ni una idea estructural de qué corredores van a surcar de lado a lado todo el partido”.
El peligro de las normativas permisivas
Otro de los problemas que destacaron desde el Observatorio que influye en la movilidad es que las normativas locales en torno a la construcción y edificación han sido “muy permisivas”. Uno de los aspectos descuidados es la posibilidad de que se construyan edificios altos “sin requerimientos de una adecuada cantidad de estacionamientos por los departamentos que tiene, lo que redunda en más autos en la calle o en la vereda”.
La otra cuestión es que “no hay un control en cuanto a las tipologías que se proponen para las torres de departamentos. Entonces el sector inmobiliario tiende a hacer tipologías que le resultan económicamente óptimas, que son monoambientes o departamentos de un dormitorio. De esta forma se tiende a expulsar a las familias numerosas para afuera del casco y esto incrementa la demanda de movilidad, porque tienen que venir diariamente al centro”.