Se acentúa el retroceso

Sin “brotes verdes”, la industria no para de hundirse

En 2016 cayeron fuertemente las exportaciones de origen industrial, avanzando la venta de productos agrarios y la importación de artículos terminados. La apertura comercial, en el ojo de la tormenta. Especialistas consultados por diario Hoy advierten sobre la primarización de la economía nacional

El modelo económico y productivo encarado por el gobierno de Mauricio Macri ha puesto el foco de su atención en la apertura comercial con el mundo, abriendo las fronteras de capitales. Esto ha llevado a que la industria nacional se resienta, cayendo el empleo, el salario y la productividad.

Lejos parece haber quedado el proceso de sustitución de importaciones que supo hacer grande a la Argentina en el siglo XX, y lo que predomina hoy es un fenómeno de reemplazo de la industria local por la externa. A esto se suma un proceso de incentivo al campo que ha vuelto a poner en boga un patrón de producción primaria que coloca al país otra vez como el “granero del mundo”.

Especialistas consultados por diario Hoy advierten sobre los efectos que tiene la primarización de la economía argentina, que profundiza la caída industrial a lo largo y ancho del territorio nacional, poniendo en jaque a la producción. 

Caída sin freno

Los famosos “brotes verdes” anunciados con bombos y platillos por el gobierno de Cambiemos, por los que miles de millones de dólares iban a llegar a la Argentina para invertir en acciones productivas, todavía brillan por su ausencia. Según datos del Indec, la industria no para de descender, y un caso patente de esta situación es que durante 2016 las exportaciones de origen industrial disminuyeron un 6,6%, golpeando con mayor fiereza en las pequeñas y medianas empresas (pymes).

De acuerdo con las estadísticas oficiales, el año pasado las transacciones de automóviles al exterior se contrajeron un 16,4%, siendo el mercado más perjudicado el brasileño, ascendiendo el déficit comercial de nuestro país con el gigante sudamericano a 4.640 millones de dólares. Esto hizo que las plantas automotrices aumentaran los despidos y las suspensiones en los últimos 12 meses, impactando en casi el 60% de la masa de trabajadores del sector.

Otros números que también fueron a la baja fueron las ventas al mundo de los combustibles fabricados y desarrollados en suelo argentino, que se retrajeron un 11,5%, así como también el volumen de intercambio de piedras y metales preciosos, que decreció un 10,7%.

Por otro lado, y acrecentando la primarización de la economía, puede verse que en 2016 las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA) subieron un 18%, llegando casi a los 4.000 millones de dólares, destacándose el comercio de cereales (soja y maíz, principalmente), con US$ 2.200 millones.

A esto se le agrega que dentro de las transacciones de MOA se suma una cada vez mayor concentración en los grandes grupos exportadores, en perjuicio de los pequeños y medianos productores, que se percibe en que las ventas de productos primarios de menor valor agregado, como son los casos de cereales, semillas y hortalizas, crecieron un 60%, cayendo a su vez más de un 30% los negocios de aceites, productos de molinería y preparaciones a base de cereales.

Otro dato singular es que la importación de vehículos automotores de pasajeros aumentó un 33,5%; la de repuestos industriales, un 32% y la de bienes de consumo, un 9,1%, exhibiendo una postal de un sector industrial en crisis y sin respuestas por parte de las autoridades.

“El único ganador del modelo económico ha sido el sector agroexportador”

Agustín D’Atellis - Especialista en Macroeconomía y Mercados Financieros

“El modelo económico que ha armado el gobierno de Cambiemos ha tenido hasta ahora un gran y único ganador, que es el sector agroexportador. Le eliminaron retenciones, generándole rentabilidades millonarias, y le dieron todas las condiciones, incluso para especular con la liquidación de divisas. Esto se incrementó con el sector financiero, que en la clásica bicicleta ganó millones sin invertir ni un peso en forma productiva.

Lo que a mí me preocupa es lo que están perdiendo de vista las autoridades económicas: que el motor de crecimiento de la Argentina por más de una década venía siendo el mercado interno. Pero apostar únicamente a la producción primaria y abrir las puertas a las importaciones en forma masiva, como han venido haciendo, ha repercutido en una industria que no para de caer y en un mayor desempleo que impacta en el interior más profundo.

Hoy estamos viviendo una situación alarmante, en la que no hay una concepción económica de alcance nacional por parte del Gobierno, sino que aquellos que definen el modelo económico son militantes de lo que yo llamo la deshumanización de la economía, interpretándola como una ciencia exacta”.

“Las pymes son las principales dañadas por el macrismo”

Aldo Pignanelli - Expresidente del Banco Central

“Hay tres grandes perdedores de este modelo económico ejecutado por la administración nacional: las pequeñas y medianas industrias, que son las principales dañadas por el macrismo; los trabajadores, que han perdido mucho poder adquisitivo; y las economías regionales, porque el aumento de costos de materias primas cayó considerablemente y el tipo de cambio atrasado impide ser competitivos para exportar. 

Inclusive se dan situaciones insólitas, como lo que ocurre en la industria del chacinado, donde no puede producir porque no solo cayó el consumo sino que además está entrando mucha producción importada. Los grandes ganadores son el campo y los propietarios de extensiones de tierras, los bancos, los vinculados a la energía y las comunicaciones.

Todo esto impacta en la creación de empleo en suelo nacional, ya que los grandes demandantes de mano de obra en la Argentina son las pymes, las industrias pequeñas, los comercios, los servicios y las economías regionales. Los grandes grupos no son grandes demandantes de mano de obra, así que esto repercute en el empleo.

Yo veo un 2017 muy duro, muy difícil, con un contexto internacional que no ayuda en lo más mínimo a la Argentina, y en donde vamos a tener serios tropiezos”.

“El campo le ha ganado abiertamente la pulseada a la producción”

Martín Simonetta - Profesor de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES)

“Si analizamos qué es lo que ha pasado en los últimos 12 meses con los distintos sectores de la economía argentina, vemos que el único que ha tenido algún repunte importante en sus números es el sector agropecuario, pero hubo fuertes y grandes caídas en lo que es manufactura de origen industrial, lo que significa claramente que el campo le ha ganado abiertamente la pulseada a la producción en la era Macri. 

Esto tiene que ver con varios factores. Por un lado, el retraso cambiario, pues la Argentina más allá de la devaluación de diciembre de 2015, ha tenido una muy fuerte inflación en 2016 con una inflación proyectada de alrededor del 25% para este año y con un tipo de cambio casi fijo, lo que hace que los productos industriales argentinos estén caros, y el efecto de esto es la caída en las exportaciones industriales. Nuestro país ha perdido competitividad, por eso el sector industrial en las circunstancias actuales es uno de los más perjudicados.

Todo esto tiene efectos muy dañinos sobre el empleo, porque es el sector industrial que, a pesar de no ser uno de los más competitivos de la Argentina, es el que más empleo genera. El campo es más competitivo para exportar, pero a su vez ofrece muchísimo menos empleo que la industria, lo que marca las paradojas del modelo nacional”.

“Ha habido una deliberada política de importaciones que perjudica a la industria”

Julio Gambina -  Economista y Doctor enCiencias Sociales

“La recesión y la inflación vividas a lo largo de todo el año pasado han perjudicado notoriamente al proceso productivo, no solo a las economías regionales, sino al sector industrial en general. Hay un modelo y una política económica de favorecer al sector más concentrado primario y extractivo exportador, que son los grandes beneficiarios.

Ha habido una deliberada política de importaciones que perjudica a la industria, por un lado con una liberación irresponsable de los pedidos de importación que estaban convenidos hasta 2015, y por otro lado con una política deliberada de controlar la suba de precios abriendo las importaciones.

Esto hizo que muchas industrias del interior de la Argentina, como los casos de la alimentación, la madera, el juguete y la industria textil, hayan visto la competencia de la producción externa, porque lo que hay es una política local de subsidio a la producción externa en desmedro de la producción local.

Muchas empresas ven que la materia prima con la que producen termina siendo más costosa que importar los bienes terminados, teniendo en cuenta que hay muchos subsidios en países extranjeros a sus producciones locales que son las que compiten de manera desigual con la producción local. 

Por eso no hay que sorprenderse de que las economías regionales y la industria en general en la Argentina sufran las condiciones de una competencia desfavorable y subsidiada por otros Estados fuera del país”.

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