Asesinada en pleno microcentro: crecen las dudas

A la mujer la mataron entre dos y tres días antes del hallazgo del cadáver. Los investigadores no tienen pistas firmes. Revelaciones de la operación de autopsia

La mujer hallada asesinada de un balazo el miércoles en el departamento que alquilaba frente a la comisaría Tercera del microcentro porteño, murió entre el domingo y el lunes y los investigadores analizaban las cámaras de seguridad de la zona para intentar observar la llegada o la fuga del homicida.

Fuentes de la investigación indicaron que el Cuerpo Médico Forense le informó al fiscal de la causa, Santiago Vismara, que la data de muerte estimada es de 48 a 72 horas antes del hallazgo -el miércoles a las 14-, por lo que se cree que el crimen fue cometido entre la tarde del domingo y la tarde del lunes.

La autopsia confirmó que la causa de muerte es el balazo con orificio de entrada en el ojo derecho, que la víctima, Claudia Marcela Sosa (32), presentaba en la cabeza.

La fiscalía señaló, que de acuerdo al informe de los forenses, "la mujer tenía alojado en su cabeza el proyectil y no presentaba signos de defensa". 

Los forenses pudieron recuperar el proyectil durante la autopsia y, si bien ahora será peritado, el plomo es compatible con la vaina calibre 9 milímetros hallada en la escena del crimen.

En el caso interviene Vismara, la comisaría Tercera y la División Homicidios, que desde anteayer están abocados a investigar las actividades y las relaciones de Sosa para intentar encontrar un posible móvil o algún sospechoso.

Si bien se analiza si Sosa era “masajista” y el departamento que alquilaba funcionaba como un “privado”, su hermana Daniela negó que ejerciera la prostitución al asegurar que “era una chica sana” y que se dedicaba a vender “sushi” y a hacer masajes "con electrodos".

Aseguró que tiene “muchísimas dudas” con la investigación y que “hay cosas raras” que “no cierran”.

Daniela señaló que del inmueble de su hermana desapareció “la notebook” donde tenía su agenda de clientes y el aparato para hacer masajes con electrodos y aseguró que “me genera dudas que no hallan encontrado dinero porque mi hermana era de ahorrar”. Además, sospecha que “la persona que la mató era conocida, porque ella era desconfiada y no iba a dejar entrar a nadie. Había una copa, dos tazas y mate. La mató y se fue con las llaves”.

La víctima fue hallada asesinada en el departamento planta baja “A” de Tucumán 1545, entre Paraná y Montevideo, un edificio situado enfrente de seccional Tercera de la Policía Federal, y a dos cuadras del Palacio de Tribunales.

Alquilaba la propiedad en la que vivía sola desde hacía ocho meses y el propietario fue quien la encontró muerta.