Un cabo de Prefectura Naval Argentina mató a su esposa y se suicidó
La víctima también era funcionaria de la PNA y tenía dos hijos de 6 y 2 años, siendo este último fruto de su relación con el femicida.
En una tragedia que ha conmocionado a la localidad bonaerense de Dock Sud, un cabo de la Prefectura Naval Argentina (PNA) ha asesinado a balazos a su esposa, también miembro de la misma fuerza, para luego quitarse la vida de un disparo en la cabeza.
El suceso tuvo lugar en una vivienda ubicada en la calle Sargento Ponce al 800, tras una acalorada discusión entre la pareja, la cual terminó con consecuencias fatales, informaron fuentes consultadas por Trama Urbana.
La víctima del brutal crimen fue identificada como Sandra Natalia Almirón, de 34 años, quien trabajaba en La Boca. Por otro lado, el agresor fue identificado como Rafael Horacio Díaz, de 31 años, con destino en Dock Sud.
El incidente fue reportado a las autoridades por vecinos que escucharon varias detonaciones y llamaron de inmediato al 911. No obstante, los uniformados que se presentaron en la escena no se imaginaban el horror con el que se iban a encontrar.
Es que, al llegar al lugar, los efectivos del Comando de Patrulla Avellaneda hallaron los cuerpos de ambos prefectos tendidos en el suelo del living-comedor de la casa, en medio de un charco de sangre.
Si bien la agente Almirón aún tenía signos vitales, lamentablemente falleció poco después de ser trasladada al Hospital Presidente Perón de Avellaneda, informaron voceros oficiales a este multimedio.
En la escena del crimen se encontró un arma de fuego, calibre 9 milímetros, la cual fue incautada junto con cuatro cartuchos y cuatro vainas servidas.
Los peritos de la Policía Científica confirmaron que Díaz primero atacó a su esposa con disparos y luego se quitó la vida.
Las autoridades de Prefectura Naval Argentina se encargaron de las actuaciones debido a que tanto la víctima como el victimario eran miembros de esa fuerza federal.
Sandra Almirón, originaria de Santa Ana, Misiones, dejó dos hijos, de 6 y 2 años, siendo este último fruto de su relación con el femicida. Ambos ahora deberán ser reubicados con algún familiar que pueda darles techo.