El comerciante baleado durante una entradera en Olmos permanece "en estado reservado"

El reconocido comerciante de Olmos se encuentra internado en una clínica de Capital, con pronóstico reservado. El ladrón abatido durante el robo tenía 25 años

Hugo Mollo, el reconocido comerciante que fue baleado el viernes en su casa de Lisandro Olmos, continúa internado en estado reservado en una institución porteña, informaron ayer fuentes policiales, quienes a su vez identificaron al caco muerto durante el mismo hecho, tratándose de un joven de 25 años.

La víctima, dueña del supermercado “Sol” ubicado en 197 entre 44 y 45 y presidente de la Olmos Asociación de Comercio e Industria y Servicio, se encuentra en la clínica Suizo Argentina de Palermo, luego de haber sido intervenida quirúrgicamente en el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde la estabilizaron. Según refirió un vocero, “el disparo impactó en su abdomen, afectándole parte de los intestinos y el colon. También recibió varias perdigonadas en una de sus manos”.  

En tanto, la noche del sábado fue identificado el ladrón abatido. “Se llamaba José Damián Igarzabal; tenía 25 años y vivía en el barrio La Carolina”. Su mujer fue quien lo reconoció, luego de enterarse por los cómplices del asaltante lo que había sucedido el viernes en la residencia de Mollo, emplazada en la ruta 36, 46 y 47. “Estaba bien vestido, con zapatillas caras. Eran delincuentes profesionales”, le contó a este diario un pesquisa, quien remarcó que las armas utilizadas por los maleantes eran sofisticadas: “en el lugar quedó una Pietro Beretta calibre 40”.

Amarok gris

Muerto uno de los responsables del hecho, ahora la Policía busca al resto de la banda, integrada por al menos dos personas más: “lo único que sabemos hasta el momento es que escaparon en una camioneta Volkswagen Amarok gris, tomando la ruta 36 hacia 66. Allí hay una cámara de seguridad y los pesquisas están analizándolas, viendo si cerca de las 20.30 del viernes pasaron por el lugar”. Añadió que, para él, Igarzabal era el más chico de los malvivientes, ya que cuando los otros decidieron escapar tras el tiroteo, uno de ellos dijo: “no nos podemos ir, le pegaron al pibe”.

En base a la trayectoria de los disparos y tomando como dato que la bala que mató al ladrón ingresó “por el lado derecho” de su nuca, los investigadores creen que Mollo no fue el autor del disparo mortal, sino que el mismo fue efectuado por los propios compañeros del joven, que estaban detrás y quisieron tirarle al comerciante.

Lo que se sabe con certeza es que se efectuaron al menos diez detonaciones, aunque en la escena se encontraron sólo tres vainas servidas, por lo que los maleantes pudieron haber recogido otras antes de huir. También se secuestraron las armas; la de Mollo era una pistola nueve milímetros que “está declarada y en regla”, según afirmó su hija Cecilia.  

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