Comerciante gravemente herido durante un robo: mató al caco

El hombre, de 68 años y dueño de un supermercado, se defendió a los tiros cuando tres ladrones ingresaron a su casa de Olmos. Recibió un tiro en el abdomen

En reconocido comerciante de Lisandro Olmos pelea por su vida tras haber sido baleado en el abdomen por uno de los tres delincuentes que lo asaltaron anoche en su casa, uno de los cuales terminó muriendo con un disparo que impactó en su nuca y atravesó su cabeza, informaron fuentes policiales y judiciales.

Hugo Mollo, de 68 años, dueño del supermercado Sol y presidente de la Olmos Asociación de Comercio e Industria y Servicio (Oacis), se encontraba en su lujosa propiedad de ruta 36 entre 46 y 47 junto a su señora cuando irrumpieron los ladrones, cerca de las 21. “Abrieron la tranquera a patadas y se metieron”, refirió un vecino, y agregó que “entraron cuando la mujer estaba en una habitación mirando tele y el hombre en otra, descansado”. 

Por su parte, un jefe de la fuerza refirió que “ella escuchó ruidos y fue a ver qué pasaba; entonces la agarraron y le dijeron que no se moviera”. Aquí la historia no está del todo esclarecida, pero los pesquisas creen que Mollo oyó lo que ocurría e intentó defenderse. Lo que está claro es que se inició un tiroteo en el interior, y terminó de la peor manera. 

“Mucha sangre”

El dueño de la finca recibió un impacto en el abdomen y quedó tirado en el piso junto a uno de los cacos, “bajo un enorme charco de sangre”, a la vez que sus cómplices escapaban en “una camioneta”, sin robar nada. “Quisieron llevárselo con ellos (al maleante herido), pero lo dejaron”, apuntó un investigador. 

Una ambulancia trasladó a los baleados al hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde a Mollo lo intervinieron quirúrgicamente y se encontraba “estable”. En tanto, el malviviente, de unos 27 años, murió. 

Al lugar se acercaron agentes del Comando de Patrullas, coordinados por Ricardo Astopini, y después lo hizo Ana Medina, de la UFI 1 en turno, y la Policía Científica, quienes incautaron dos armas de fuego.

“Hace 15 años que vive acá”, calculó una frentista, haciendo referencia al dueño de la finca; “tiene dos hijos, que viven al lado, y dos nietos”. Por último, aseguró que “ya les habían robado en otra oportunidad”.