Nuevas víctimas de secuestros virtuales

En la semana ocurrieron al menos cinco nuevos casos, uno de ellos en Los Hornos. “¿Volvió a convertirse en moda?”, preguntó indignada una damnificada

¿Esto se vuelve moda otra vez?”, le preguntó a Trama Urbana una vecina de Los Hornos, temiendo que el apogeo por los secuestros virtuales haya vuelto a tomar preponderancia en materia de inseguridad cuando ya se creía combatido, al menos en la región y tras la detención de una banda de gitanos que tenía a mal traer a los platenses.

La mujer, quien no se identificó por “miedo”, pudo haber sido una nueva víctima cuando la llamaron durante la madrugada del miércoles al teléfono de su casa emplazada a pocas cuadras del cementerio y le dijeron que tenían retenido contra su voluntad a su hijo, exigiéndole para su liberación “todas las joyas y el efectivo que tuviera en ese momento”. Si el ilícito no terminó por concretarse fue por un detalle en concreto: la señora, efectivamente, es madre, pero su descendiente está radicado en Chile. Contó, entonces, que tras descubrir el engaño cortó la comunicación e intentó volver a dormirse (eran las cuatro de la mañana), aunque no pudo volver a hacerlo.

  “Mi hija golpeada”

 Una segunda damnificada se comunicó con este medio, refiriendo un hecho similar y aduciendo que a vecinos tuyos también le sucedió: “Me llamó a las 4.30 una persona con voz de mujer, diciéndome que tenían a mi hija golpeada y retenida y que, para volver a verla, tenía que juntar toda la plata que pudiera en el lapso de una hora”. Acá tampoco la mentira llegó lejos porque “ella estaba durmiendo en mi casa”. Por último, refirió que, charlando con allegados en el barrio, “les pasó lo mismo a otros tres en el transcurso de la semana: personas que, durante la madrugada, llaman diciendo que tienen secuestrado a un familiar”.

 La banda de Los gitanos

 En agosto del 2015, un matrimonio de gitanos fue detenido, acusado de liderar una banda que cometía secuestros virtuales en nuestra región y se les incautó varios elementos de interés para la causa, como celulares, armas, municiones, computadoras, equipos de audio, joyas y 70 mil pesos, que serían de los rescates. Se llegó hasta ellos tras una investigación que llevó a que se desarrollara una serie de operativos en el Conurbano y Capital, este último lugar donde se apresó a Mario Palmisciano (67) y a Andrea Cristo (33). La mujer vivía otrora en una casa de calle 12 de La Plata, pero se mudó luego de haber sido vinculada años atrás a una causa vinculada también a los secuestros virtuales, aunque fue excarcelada. A él lo acusan de reducir los objetos robados y a ella de ser “la llorona” (la que se hacía pasar como familiar de la víctima, pidiendo a gritos y sollozos que se pagara lo que pedían los captores). Por último, también se buscó al hijo de la pareja, quien sería el que llevaba a cabo los llamados. 

Tras estas aprehensiones, la modalidad delictiva había cesado en la región aunque ahora, parece, volvió.