Raid delictivo en Ponsati con dos detenidos

Dos motochorros de 16 y 17 años cometieron tres delitos y una tentativa de robo, a bordo de un rodado y con un revólver calibre 32 largo. Se apoderaron de dinero, computadoras y otros elementos de valor

Dos motochorros fueron detenidos ayer en Villa Ponsati, tras cometer un raid delictivo y protagonizar una persecución con agentes policiales, revelaron desde la fuerza. 

El primer robo sindicado por los sujetos ocurrió en 68, 118 y 119 cuando los cacos le sustrajeron a punta de pistola una cartera, dos celulares y pertenencias a una empleada de City Bell identificada como Sabrina Lagos (29). Minutos después atacaron a Julio Navas, un jubilado de Berisso de 67 años, a quien le intentaron sacar una Honda Falcon 400 pero, ante la negativa de la víctima, se dieron a la fuga, amenazándolo con matarlo si los seguía.

En 74, 121 y 122 le sacaron a la estudiante Rocío Luna Lobos (21) una mochila en cuyo interior había una notbook y una tablet, mientras que en diagonal 684 y 116 despojaron de su celular a la docente Natalia Navamuel (40), a metros de su casa. 

Alertado de la ola de robos en la zona y con escasos minutos de diferencia, además del modus operandi y las características de los maleantes, personal de la comisaría Decimosexta, al mando de su titular Daniel Tolaba, fueron tras los ladrones, luego de pedir ayuda para saturar el raid de acción. 

El dispositivo cerrojo dio sus frutos cuando avistaron a los sospechosos en diagonal 690 y 117, huyendo en la moto descripta por las víctimas (una Honda Titán roja de 150 cilindradas) con la cartera y la mochila sustraída en su poder. 

Al ver al móvil policial, se dieron a la fuga pero en 120, al intentar doblar a gran velocidad, el conductor perdió el equilibrio y los sujetos cayeron, golpeándose en distintas partes del cuerpo. Uno de ellos tiró un revólver calibre 32 largo con cinco cartuchos intactos del mismo calibre y una vaina servida hacia un baldío, pero fue encontrado por el personal. 

Ambos sujetos, de 16 y 17 años, fueron aprehendidos con 1300 pesos en su poder y trasladados hacia la dependencia, quedando a disposición del juzgado de menores, quien caratuló la causa como “tentativa de robo calificado por el empleo de arma de fuego”.