Recibió un “castigo divino” y el juez lo eximió de ir a prisión

Portaba un arma de guerra sin autorización, se disparó accidentalmente y se perforó un testículo. Juan José Ruiz consideró suficientes las consecuencias psíquicas del hecho

El presidente del Tribunal Oral en lo Criminal n°1 de La Plata, Juan José Ruiz, eximió de ir a prisión a Iván Michael Vilches Antao (27), un hombre que portaba un arma de guerra sin autorización legal dentro del Mercado Central, la cual se le disparó accidentalmente, hecho que el juez consideró como un “castigo divino”. 

El 20 de marzo de 2015, cerca del mediodía y en el interior del Mercado de calle 116 y 520, el imputado, que realizaba tareas como empleado de seguridad del predio, portaba en su cintura, sin la debida autorización legal, un arma de fuego calibre .45, que según la legislación vi­gente se clasifica como “de guerra”.

Él mismo se habría efectuado un disparo de manera accidental, y como consecuencia de ello sufrió una herida con orificio de entrada en el testículo derecho, más lesiones graves en el muslo y la rodilla izquierda. Por ello, el individuo debió ser intervenido quirúrgicamente y se le practicó una orquiectomía en la zona genital. 

“Vilches Antao sufrió lo que en la doctrina y jurisprudencia se conoce como un castigo divino o pena natural. El sujeto ha sufrido consecuencias psíquicas y/o físicas que por su importancia hacen innecesaria una pena estatal”, señaló el magistrado en el fallo. 

En este marco, Ruiz consideró que “el sufrir en carne propia los efectos del ilícito penal cometido tiene a mi leal saber y entender, mejores efectos preventivos especiales negativos (de readaptación y de prevención de reincidencia) que cualquier tratamiento penitenciario que nuestra realidad carcelaria puede ofrecer”. 

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