Por Daniel “Profe” Córdoba

Carta abierta de Córdoba a Russo, con el corazón en la mano

La salida del entrenador de Boca sigue disparando opiniones, puntos y contrapuntos. Aquí, el relato en primera persona de alguien que convivió durante varios años con el ex-DT del Xeneize.

Cuando desde chico te creés que sos más, pero no sos más que un soberbio. Cuando te aprovechás de un club que decís amar, pero le hacés firmar contratos muy caros sabiendo que tu rodilla no puede más, y sabés que ningún otro club te iba a venir a buscar a finales de los 80, jamás.

Cuando esperás que ese club descienda y lo ayudás a ascender llevándote con negociados o sueldos desorbitante todo su dinero hasta quebrarlo. Cuando vas recorriendo por el fútbol comprando prensa que a veces escondió fracasos. Cuando vas por el lado sucio. Si elegiste ese camino, bancalo.

Hubo gente que te bancó. A toda la defraudaste. Te dejaste manosear por un contrato en Boca en donde sabías que ibas a ser una figura decorativa. En donde se conocía que solamente te tocaría obedecer, dar la cara y ser humillado. Sin embargo, aceptaste sin chistar todo lo que te imponía el poder de turno. Como has hecho siempre, siempre y siempre... Y así te fue, Miguel, así terminaste.

Vos mismo, por unos dólares más, te sacaste públicamente la careta. Y te sacaste de encima a Gottardi y a tu cuerpo técnico que siempre te acompañó. Todo por unos dólares más. Ni siquiera te importó que se supiera de tu incapacidad de trabajo en el campo y de tu falta de manejo de grupo. Tu único sostén fue constantemente el hacer lobby o relaciones públicas con los poderosos.

Como te deseo que tu enfermedad esté curada y vivas 1.000 años, también te digo gracias por desenmascararte tan solo por unos dólares más.

* Daniel Córdoba, Exayudante y examigo de Miguel Russo a comienzos de los 90

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